Genesis
En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
Quedaron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ornato de ellos.
Era, la serpiente el animal más astuto de todos cuantos animales había hecho el Señor Dios sobre la tierra. Y dijo a la mujer: ¿Por qué motivo os ha mandado Dios que no comieseis de todos los árboles del paraíso?
Adán, conoció a Eva su mujer, la cual concibió y parió a Caín, diciendo: He adquirido un hombre por merced de Dios.
Esta es la genealogía de Adán. En el día en que Dios creó al hombre, a semejanza de Dios le creó.
Habiendo, pues, comenzado los hombres a multiplicarse sobre la tierra y procreado hijas,
Le dijo después el Señor: Entra tú y toda la familia en el arca ; pues que a ti te he reconocido justo delante de mí en medio de esta generación.
Dios entretanto, teniendo presente a Noé , y a todos los animales, y a todas las bestias mansas, que estaban con él en el arca , hizo soplar el viento sobre la tierra, con que se fueron disminuyendo las aguas.
Después bendijo Dios a Noé y a sus hijos. Y les dijo: Creced y multiplicaos, y poblad la tierra.
Estos son los descendientes de los hijos de Noé : Sem, Cam, y Jafet: y éstos los hijos que les nacieron después del diluvio.
No tenía entonces la tierra más que un solo lenguaje y unos mismos vocablos.
Y dijo el Señor a Abram: Sal de tu tierra, y de tu parentela, y de la casa de tu padre, y ven a la tierra que te mostraré.
Salió, pues, Abram de Egipto, con su esposa, y todo lo que tenía, y Lot con él, tirando hacia la región meridional.
Aconteció por quel tiempo que Amrafel rey de Sennaar, y Arioc rey del Ponto, Codorlahomor rey de los elamitas, y Tadal rey de Naciones,
Pasadas, pues, que fueron estas cosas, habló el Señor a Abram, en una visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy tu protector y tu galardón sobremanera grande.
Sarai, mujer de Abram, no había parido hijos; más teniendo una esclava egipcia llamada Agar,
Mas después que hubo entrado en los noventa y nueve años, le apareció el Señor, y le dijo: Yo soy el Dios todopoderoso: camina como siervo fiel delante de mí, y sé perfecto.
Le apareció de nuevo el Señor en el valle o encinar de Mambre estando él sentado a la puerta de su tienda en el mayor calor del día.
Entre tanto los dos ángeles llegaron al caer de la tarde a Sodoma, y al tiempo que Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. El cual luego que los vio, se levantó y les salió al encuentro, y los adoró inclinándose hacia el suelo.
Habiendo partido de allí Abrahán hacia la tierra meridional, habitó entre Cades y Sut: y se hospedó en Gerarar.
Y visitó el Señor a Sara como lo había prometido: y cumplió la promesa que le hiciera.
Después que pasaron estas cosas, probó Dios a Abrahán, y le dijo: Abrahán, Abrahán. Y respondió él: Aquí me tenéis Señor.
Sara, habiendo vivido ciento veintisiete años,
Viéndose Abrahán ya viejo, y de edad muy avanzada, y que el Señor le había bendecido en todas las cosas,
Abrahán había tomado también a otra mujer llamada Cetura.
Mas sobreviniendo hambre en el país, después de aquella carestía que había acaecido en tiempo de Abrahán, se fue Isaac a Gerara, al país de Abimelec rey de los palestinos.
Siendo ya viejo Isaac, se le debilitó la vista, de modo que llegó a faltarle. Llamó, pues, a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: ¡Hijo mío! El cual respondió: Aquí estoy.
Llamando, pues, Isaac a Jacob , le dio su bendición, y le mandó diciendo: No quieras tomar mujer de la raza de Canaán.
Prosiguiendo después Jacob su viaje llegó al país de Oriente.
Pero Raquel, viéndose estéril, tenía envidia de su hermana, y así dijo a Jacob : Dame hijos, de otra manera yo me muero.
Mas luego que Jacob entendió los discursos de los hijos de Labán que decían: Se ha apoderado Jacob de todos los bienes que eran de nuestro padre, y enriquecido con su hacienda, se ha hecho un Señor poderoso;
Jacob entonces prosiguió el viaje comenzado, y le salieron al encuentro ángeles de Dios,
Y alzando después Jacob los ojos, vio venir a Esaú, y con él los cuatrocientos hombres; y dividió los hijos de Lía, y los de Raquel, y de las dos siervas,
Salió un día Dina, hija de Lía, a ver las mujeres de aquel país.
Entretanto dijo Dios a Jacob : Levántate y sube a Betel, y haz asiento allí, y erige un altar al Dios que te apareció cuando ibas huyendo de tu hermano Esaú.
Esta es la descendencia de Esaú, por otro nombre Edom.
Pero Jacob habitó en el país de Canaán, donde su padre había vivido como extranjero.
Por este mismo tiempo Judá, separándose de sus hermanos, se hospedó en casa de un vecino de Odollam, llamado Hiram.
José, pues, como queda dicho, fue conducido a Egipto, y le compró Putifar, egipcio, eunuco del faraón y general de sus tropas, de mano de los ismaelitas que le habían llevado.
Sucedió después que dos eunucos, el copero mayor y el principal panadero del rey de Egipto, ofendieron a su señor.
Dos años después tuvo el faraón un sueño: Le parecía estar en la ribera del río Nilo,
Y oyendo Jacob que se vendían víveres en Egipto, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis sin hacer ninguna diligencia?
Entretanto el hambre afligía cruelmente la tierra toda.
Y dio José esta orden a su mayordomo, diciéndole: Llénales de trigo los costales, hasta que no quepa más, y pon el dinero de cada uno en la boca del saco.
Ya no podía José contenerse más en presencia como estaba de mucha gente; por lo que mandó que todos se retirasen, para que ningún extraño asistiese al mutuo reconocimiento.
Puesto Israel en camino con todos sus haberes, vino al Pozo del Juramento; donde después de inmoladas víctimas al Dios de su padre Isaac,
Fue pues José, a dar parte al faraón, diciéndole: Mi padre y hermanos con sus ovejas y ganados mayores y cuanto poseen, han venido del país de Canaán, y están detenidos en la tierra de Gesén.
Después de estos sucesos, fue José avisado de que su padre estaba enfermo; y tomando consigo a sus dos hijos Manasés y Efraín, se puso luego en camino.
Llamó luego Jacob a sus hijos, y les dijo: Juntaos todos aquí, a fin de que os anuncie las cosas que han de sucederos en los días venideros.
Lo cual, mirando José, se arrojó sobre el rostro de su padre, bañándole en lágrimas y besándole.