Exodo
Estos son los nombres de los hijos de Israel, que con Jacob entraron a Egipto, cada uno con su familia.
Después de esto, es de saber que un varón de la familia de Leví fue y se casó con una mujer de su linaje;
Empleándose Moisés en apacentar las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián; y guiando una vez la grey al desierto, vino hasta el monte de Dios, Horeb,
Replicó Moisés, y dijo: No me creerán ni oirán mi voz, sino que dirán: No hay tal: no se te ha aparecido el Señor.
Después de esto entraron Moisés y Aarón al faraón, y le dijeron; Esto dice el Señor Dios de Israel: Dejad ir a mi pueblo a fin de que me ofrezca un sacrificio solemne en el desierto.
Ahora verás, respondió el Señor a Moisés, lo que voy a hacer con el faraón. Porque obligado del poder de mi brazo dejará salir a los israelitas, y la robusta mano mía hará que él mismo los eche de su tierra.
Y dijo el Señor a Moisés: Mira, yo te he constituido Dios del faraón; y Aarón tu hermano será profeta o intérprete tuyo.
Dijo todavía el Señor a Moisés: Preséntate al faraón y le dirás: Esto dice el Señor: Deja ir a mi pueblo para que me ofrezca sacrificios.
Y dijo el Señor a Moisés: Anda ve al faraón, y dile: Esto dice el Señor Dios de los hebreos: Deja salir a mi pueblo para que me ofrezca sacrificios.
Y dijo el Señor a Moisés: Ve al palacio del faraón, porque yo tengo abandonado a la dureza su corazón y el de sus servidores o ministros, para continuar haciendo en él estos prodigios de mi poder,
Había antes el Señor dicho a Moisés: Todavía heriré al faraón y a Egipto, con una plaga, y después os despedirá y os obligará a que salgáis.
Dijo también el señor a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto:
Habló después el Señor a Moisés, diciendo:
Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
Entonces Moisés y los hijos de Israel entonaron este himno al Señor, diciendo: Cantemos alabanzas al Señor, porque ha hecho brillar su gloria y grandeza, y ha precipitado en el mar al caballo y al caballero.
Partió de Elim toda la multitud de los hijos de Israel, y vino a parar en el desierto de Sin, que está entre Elim y el monte de Sinaí , el día quince del segundo mes, después de la salida del país de Egipto.
Habiendo, pues, partido toda la multitud de los hijos de Israel del desierto de Sin, haciendo sus detenciones en los lugares señalados por el Señor, acamparon en Rafidim, donde no tuvo el pueblo agua que beber;
Pues como hubiese oído Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todo lo que Dios había hecho a favor de Moisés y de Israel su pueblo, y cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto,
Al tercer mes de la salida de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí .
En seguida pronunció el Señor todas estas palabras:
Estas son las leyes judiciales que les has de proponer:
Si alguno robare un buey u oveja y los matare o vendiere, restituirá cinco bueyes por un buey, y cuatro ovejas por una oveja.
No des oídos a calumniadores, ni te prestarás a decir falso testimonio en favor del impío.
Dijo después Dios a Moisés: Sube al Señor tú y Aarón, Nadab y Abiú, y los setenta ancianos de Israel, y le adoraréis desde lejos.
Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
El Tabernáculo has de hacerlo así: Harás diez cortinas de torzal de lino fino, de color de jacinto o azul celeste, de púrpura y de grana dos veces teñida, con variedad de bordados.
Harás también un altar de maderas de setim, que tendrá cinco codos de largo y otros tantos de ancho, esto es, cuadrado, y tres codos de altura.
Además une contigo a tu hermano Aarón con sus hijos, separándolos de los otros hijos de Israel, para que me sirvan de sacerdotes: Aarón, Nadab, y Abiú, Eleazar e Itamar.
Mas para consagrarlos sacerdotes míos, has de hacer también esto: Toma de la vacada un becerro y dos carneros sin tacha,
Harás asimismo un altar de madera de setim para quemar los perfumes o timiamas,
Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, levantándose contra Aarón, dijo: Ea, haznos dioses que nos guíen, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, de ese hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.
Habló después el Señor a Moisés, diciendo: Anda, parte de este lugar tú y el pueblo tuyo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra que tengo prometida con juramento a Abrahán, a Isaac y a Jacob , diciendo: A tu descendencia se la daré.
Dijo después el Señor: Labra dos tablas de piedra, semejantes a las primeras, y escribiré en ellas las palabras que contenían las tablas que hiciste pedazos.
Congregada, pues, toda la muchedumbre de los hijos de Israel, les dijo: Estas son las cosas que el Señor ha mandado que se hagan:
Beseleel, pues, Ooliab y todos los maestros, a quienes dio el Señor sabiduría e inteligencia para saber fabricar con arte las cosas necesarias al uso del santuario, pusieron manos a la obra, para ejecutar cuanto el Señor había mandado.
Fabricó también Beseleel de madera de setim el arca , la cual tenía dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y codo y medio también de alto; y la cubrió por dentro y por fuera de oro purísimo.
Fabricó asimismo Beseleel de madera de setim el altar de los holocaustos, el cual tenía cinco codos en cuadro y tres de alto,
Hizo todavía (Beseleel) de jacinto, de púrpura, de escarlata y de lino fino las vestiduras con que se había de vestir Aarón al tiempo de ejercer sus funciones en el Santuario, según mandó el Señor a Moisés.
Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: