Genesis, 31
[1] Mas luego que Jacob entendió los discursos de los hijos de Labán que decían: Se ha apoderado Jacob de todos los bienes que eran de nuestro padre, y enriquecido con su hacienda, se ha hecho un Señor poderoso; •
[2] y advirtió asimismo que Labán no le miraba con el mismo semblante que antes, •
[3] y sobre todo, diciéndole el Señor: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu familia, que yo seré contigo;
[4] envió llamar a Raquel y a Lía, y haciéndolas venir a las dehesas, en que apacentaba los ganados,
[5] les dijo: Veo el semblante de vuestro padre, que no se muestra para conmigo como solía; pero el Dios de mi padre ha sido mi protector.
[6] Vosotras sabéis bien que yo he servido a vuestro padre con todas mis fuerzas.
[7] Sin embargo, vuestro mismo padre me ha engañado y trocado por diez veces la paga o recompensa de mis servicios; aunque Dios no le ha permitido que me perjudicase. •
Lv. 26, 26; Eus. 7, 20; Zac. 7, 23.
[8] Cuando decía: Las reses de varios colores serán tu paga; todas las ovejas parían crías de colores varios. Cuando por el contrario decía: Llevarás en paga las blancas; entonces todas las ovejas dieron crías blancas. •
[9] Por manera que Dios ha tomado la hacienda de vuestro padre, y me la ha dado a mí. •
[10] Porque llegado el tiempo en que debían concebir las ovejas, alcé los ojos, y vi entre sueños que los machos que cubrían a las hembras, eran pintados y manchados, y de diversos colores.
[11] Y el ángel de Dios me dijo en sueños: ¡Jacob ! Yo respondí: Aquí estoy.
[12] Y me dijo: Alza tus ojos, y mira los machos cubriendo las hembras, todos de varios colores, manchados, y moteados. Porque yo he visto todas cuantas cosas ha hecho Labán contigo. •
[13] Yo soy el Dios de Betel, en donde tú ungiste la piedra, y me hiciste aquel voto. Ahora, pues, levántate y sal de esta tierra, y vuélvete a la de tu nacimiento . •
[14] A esto respondieron Raquel y Lía: ¿Tenemos acaso que esperar algún residuo en los bienes y herencia de la casa de nuestro padre?
[15] ¿Por ventura no nos ha mirado él como extrañas, y nos ha vendido, y comido el precio de nuestra venta? •
[16] Pero Dios ha tomado las riquezas de nuestro padre, y nos las ha dado a nosotras, y a nuestros hijos; y así haz todo lo que Dios te ha ordenado.
[17] Se apercibió, pues, Jacob , y montados sus hijos y mujeres sobre los camellos, se puso en camino,
[18] conduciendo consigo toda su hacienda, y los ganados, y cuanto había adquirido en Mesopotamia, encaminándose hacia su padre Isaac a la tierra de Canaán. •
[19] A esta sazón había ido Labán al esquileo de sus ovejas, y Raquel robó los ídolos de su padre. •
Con esta palabra entendían los caldeos ciertas figuras supersticiosas, que consultaban para saber las cosas futuras.
[20] No quiso Jacob manifestarle a su suegro su partida. •
[21] Y como se hubiese ya marchado con todo lo que le pertenecía, y vadeado el río Eufrates, se encaminase hacia el monte de Galaad, •
[22] tuvo noticia Labán al tercer día de que Jacob iba huyendo. •
[23] Tomando al punto consigo a sus hermanos, le fue persiguiendo por espacio de siete días, hasta que le alcanzó en el monte de Galaad.
[24] Pero vio entre sueños a Dios, que le decía: Guárdate de hablar a Jacob cosa que le ofenda. •
[25] Jacob había ya armado en el monte su tienda de campaña; y Labán que con sus hermanos le había ya alcanzado, fijó la suya en el mismo monte de Galaad.
[26] Y dijo a Jacob : ¿Por qué te has portado de esa manera, arrebatándome mis hijas sin darme parte, como si fuesen prisioneras de guerra?
[27] ¿Por qué has querido huir sin saberlo yo y sin avisarme, para que yo te acompañase con regocijos y cantares, y con panderas y vihuelas?
[28] No me has permitido el dar siquiera un beso de despedida a mis hijos e hijas. Has obrado neciamente. •
[29] Bien es verdad que ahora está en mi mano darte el castigo merecido; pero el Dios de vuestro padre me dijo ayer: Guárdate de hablar a Jacob cosa que le ofenda. •
[30] Está bien que deseases ir a los tuyos, y te tirase la bienquerencia de la casa de tu padre; mas ¿a qué propósito robarme mis dioses?
[31] Respondió Jacob : El haberme marchado sin darte parte, ha sido porque temí que me quitases por fuerza tus hijas.
[32] En cuanto al robo de que me reconvienes, cualquiera en cuyo poder hallares tus dioses, sea muerto a presencia de nuestros hermanos. Haz tus pesquisas; y todo lo que hallares de tus cosas en mi poder, llévatelo. Cuando esto decía, ignoraba que Raquel hubiese robado los ídolos. •
[33] Habiendo entrado, pues, Labán en las tiendas de Jacob y de Lía, y de las dos esclavas, no encontró nada. Mas como pasase a la tienda de Raquel,
[34] ella a toda prisa escondió los ídolos bajo los aparejos del camello, y se sentó encima; y a Labán, que registró toda la estancia sin hallar nada,
[35] le dijo: No lleve a mal mi señor que no pueda levantarme a su presencia, porque me ha sobrecogido ahora la incomodidad que suelen padecer las mujeres. Así quedó burlada la solicitud del pesquisador. •
[36] Entonces Jacob montando en cólera, dijo con acrimonia: ¿Por qué culpa mía, o por qué pecado mío te has enardecido tanto en perseguirme, •
[37] hasta escudriñar todo mi equipaje? ¿Y qué es lo que has hallado de todos los haberes de tu casa?; ponlo aquí a la vista de mis hermanos y de los tuyos, y sean ellos jueces entre nosotros dos.
[38] ¿Para esto he vivido veinte años contigo? Tus ovejas y tus cabras en verdad que no fueron estériles; no me he comido los carneros de tu grey,
[39] ni jamás te mostré lo que las fieras habían arrebatado; yo resarcía todo el daño y todo lo que faltaba por algún hurto, tú me lo exigías con rigor. •
[40] Día y noche andaba quemado del calor, y del hielo, y el sueño huía de mis ojos.
[41] De esta suerte por espacio de veinte años te he servido en tu casa, catorce por tus hijas, y seis por tus rebaños: después de esto tú por diez veces me mudaste mi paga.
[42] Y si el Dios de mi padre Abrahán, si aquel Señor a quien teme y adora Isaac no me hubiese asistido, tú quizá ahora me hubieras despachado desnudo. Dios ha mirado mi tribulación, y el trabajo de mis manos, y por eso ayer te reprendió. •
[43] Le respondió Labán: Mis hijas e hijos, los rebaños tuyos, y todo cuanto miras en tu poder, son cosa mía: ¿Qué puedo hacer yo contra mis hijas y nietos? •
[44] Ea, pues; hagamos una alianza que sirva de testimonio de la armonía entre los dos.
[45] Tomó entonces Jacob una piedra, y la erigió en testimonio,
Monumento de la alianza que iban a hacer.
[46] y dijo a sus hermanos: Traed piedras; y habiéndolas recogido, formaron un majano, y comieron encima de él; •
Montón grande de piedras, que termina en un plano.
[47] al cual llamó Labán Majano del Testigo, y Jacob Majano del Testimonio, cada uno según la propiedad de su lengua. •
[48] Y dijo Labán: Este majano será desde hoy testigo entre mí y entre ti; y en atención a esto se le dio nombre de Galaad, esto es, Majano del Testigo.
[49] El Señor vele y sea juez entre nosotros, cuando nos hubiéremos separado. •
[50] Si tú maltratares mis hijas, y tomares otras mujeres además de ellas, ningún testigo hay de nuestra conferencia si no es Dios, que presente nos mira. •
[51] Y dijo de nuevo a Jacob : Mira: este majano, y la piedra que he levantado entre los dos, •
[52] servirán de testigos; este majano, digo, y la piedra darán testimonio, si o yo pasare de él para ir contra ti, o tú le pasares maquinando mal contra mí,
[53] el Dios de Abrahán, y el Dios de Nacor, el Dios de sus padres sea nuestro juez. Juró, pues, Jacob por el Dios temido y reverenciado de su padre Isaac; •
[54] e inmoladas víctimas en el monte, convidó a comer a sus hermanos o parientes, los cuales, después de haber comido se quedaron allí aquella noche. •
[55] Pero Labán levantándose antes de amanecer, besó a sus hijos y a sus hijas, y echóles la bendición, y se volvió a su país. •