Genesis, 35
[1] Entretanto dijo Dios a Jacob : Levántate y sube a Betel, y haz asiento allí, y erige un altar al Dios que te apareció cuando ibas huyendo de tu hermano Esaú. •
[2] Jacob inmediatamente, convocada toda su familia, dio esta orden: Arrojad los dioses extraños que hay en medio de vosotros, y purificaos, y mudaos los vestidos. •
Por el respeto debido a Dios, fue costumbre al acercarse a él Dios para honrarle, que el hombre se cambiara los vestidos, o se los lavara, Ex. 29, 10; 2Rs. 12, 20.
[3] Venid y subamos a Betel, para erigir allí un altar a Dios; el cual me oyó benigno el día de mi tribulación, y me asistió en el viaje.
[4] Le dieron, pues, todos los dioses ajenos que tenían, y los zarcillos que éstos llevaban pendientes de las orejas; y Jacob los soterró al pie de un terebinto o encina, que está a la otra parte de la ciudad de Siquem. •
[5] Así que partieron, el terror de Dios se apoderó de todas las ciudades circunvecinas, de suerte que no se atrevieron a perseguirlos en su retirada. •
[6] Llegó, pues, Jacob con toda su gente a Luza, ahora por sobrenombre Betel, en la tierra de Canaán. •
[7] Y allí edificó el altar, llamando a este sitio Betel o Casa de Dios, atento a que allí se le apareció Dios cuando iba huyendo de su hermano. •
[8] En este mismo tiempo murió Débora, ama de leche de Rebeca; y fue sepultada al pie de Betel, debajo de una encina: que por eso se llamó aquel lugar, Encina del Llanto. •
[9] Y se apareció Dios otra vez a Jacob después de su vuelta de Mesopotamia de Siria, y le bendijo,
[10] diciendo: Tú no te has de llamar ya Jacob , sino que en adelante tu nombre será Israel; Le puso, pues, el nombre de Israel; •
[11] y le añadió: Yo soy el Dios todopoderoso. Crece y multiplícate: naciones y muchedumbre de pueblos nacerán de ti, y reyes saldrán de tu sangre.
[12] La tierra que di a Abrahán y a Isaac, a ti te la daré, y después a tu posteridad. •
[13] Y diciendo esto desapareció.
[14] Pero Jacob erigió una piedra en monumento o testimonio en el lugar en que Dios le había hablado, ofreciendo sobre ella libaciones y derramando óleo; •
[15] dando a este lugar el nombre de Betel.
[16] Partiendo de aquí, llegó por la primavera a un sitio que está en el camino de Efrata: en donde sobreviniendo a Raquel los dolores del parto, •
[17] y haciéndose éste difícil, empezó a peligrar. Y le dijo la partera: No temas, porque aún tendrás este hijo.
[18] Pero exhalando el alma a la fuerza del dolor, y estando ya a punto de morir, puso a su hijo el nombre de Benoni que quiere decir, Hijo de mi dolor; mas el padre le llamó Benjamín, esto es, Hijo de la diestra. •
[19] Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino que va a Efrata, la misma que después fue llamada Bethlehem o Belén. •
[20] Y Jacob erigió un monumento sobre su sepultura: Este es el monumento o columna de Raquel, hasta el día de hoy. •
[21] Salido de allí, fijó su tienda de campaña más allá de la Torre del ganado. •
[22] Mientras habitaba en aquella región, Rubén fue y durmió con Bala, mujer secundaria de su padre, el cual lo llegó a saber. Eran entonces doce los hijos de Jacob , a saber: •
[23] Hijos de Lía: Rubén, el primogénito, y Simeón, y Leví, y Judá e Isacar y Zabulón.
[24] Hijos de Raquel: José y Benjamín.
[25] Hijos de Bala, esclava de Raquel: Dan y Neftalí.
[26] Hijos de Zelfa, esclava de Lía: Gad y Aser. Estos son los hijos de Jacob , que le nacieron en Mesopotamia de Siria. •
[27] Fue después Jacob a ver a su padre Isaac en la ciudad de Arbee, llamada después Hebrón en la llanura de Mambre, donde habían vivido como peregrinos Abrahán e Isaac. •
[28] Y cumplió Isaac ciento ochenta años de vida.
[29] Y consumido de la edad vino a morir; y fue reunido a su pueblo siendo ya viejo y lleno de días; y le sepultaron sus hijos Esaú y Jacob . •