II Crónicas
Quedó, pues, Salomón , hijo de David, asegurado en su reino, y el Señor Dios suyo estaba con él, y lo engrandeció en sumo grado.
Resolvió, pues, Salomón edificar el templo al Nombre del Señor, y un palacio para sí.
Dio, pues, Salomón principio a la construcción del templo del Señor en Jerusalén en el monte Moria, señalado expresamente ya a David, su padre, en el lugar que tenía David preparado en la era de Ornán, jebuseo;
Hizo asimismo un altar de bronce de veinte codos de largo, veinte codos de ancho y diez de alto.
Salomón , pues, hizo traer y guardar en los tesoros de la casa de Dios todo lo que su padre David había ofrecido: la plata y el oro y todos los vasos.
Entonces Salomón dijo: El Señor ha prometido que pondría su mansión en la niebla u oscuridad;
Luego que Salomón acabó de hacer sus fervorosas plegarias, bajó del cielo fuego que devoró los holocaustos y las víctimas; y la majestad del Señor llenó toda la casa.
Pasados ya veinte años después que Salomón edificó la casa del Señor, y la suya propia,
Habiendo oído la reina de Saba la fama de Salomón , vino a Jerusalén a fin de hacer prueba de él por medio de preguntas difíciles y enigmáticas, trayendo consigo grandes riquezas, y camellos cargados de aromas, y muchísimo oro y piedras preciosas. Y llegada que fue a la presencia de Salomón , le propuso todas cuantas dificultades tenía en su corazón.
En consecuencia Roboam partió a Siquem; porque había concurrido allí todo Israel para reconocerle por rey.
Vuelto Roboam a Jerusalén , convocó de toda la tribu de Judá y de la de Benjamín ciento ochenta mil combatientes escogidos, para pelear contra Israel, y reducirlo a su dominio.
Fortalecido Roboam, y asegurado en el reino, abandonó la ley del Señor, e hizo lo mismo todo Israel a su ejemplo.
El año decimoctavo del reinado de Jeroboam, entró a reinar en Judá Abía.
Pasó, en fin, Abía a descansar con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David; sucediéndole en el reino su hijo Asá, en cuyo tiempo estuvo el país en paz por diez años.
Entonces Azarías, hijo de Oded, movido del espíritu de Dios,
Pero el año treinta y seis del reinado de Asá, entró Baasa, rey de Israel, en el país de Judá, y empezó a fortificar a Rama, para que ninguno del reino de Asá pudiese entrar y salir libremente.
Lo sucedió en el reino Josafat, su hijo, el cual prevaleció siempre contra Israel.
Fue, pues, Josafat muy rico, y adquirió mucha gloria; y emparentó con Acab.
Pero Josafat, rey de Judá, regresó a su palacio en Jerusalén , sano y salvo;
Después de esto se coligaron los hijos de Moab y los hijos de Amón, y con ellos algunos amonitas, contra Josafat para hacerle gue-rra.
Pasó, en fin, Josafat a descansar con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David; sucediéndole en el reino su hijo Jo-ram;
Los habitantes de Jerusalén proclamaron luego por rey, en lugar de Joram, a Ocozías, el menor de sus hijos; porque los mayores en edad habían sido todos muertos por las guerrillas árabes que habían invadido el campamento; reinó, pues, Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá.
Pero al séptimo año se animó Joíada; y uniéndose con los centuriones, es a saber, con Azarías, hijo de Jeroboam, e Ismael, hijo de Johanán, y Azarías, hijo de Obed, y Maasías, hijo de Adaías, y Elisafat, hijo de Zecri, hizo liga con ellos.
De siete años era Joás cuando comenzó a reinar; y cuarenta años reinó en Jerusalén ; se llamaba su madre Sebia, y era natural de Bersabee.
De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, veintinueve años reinó en Jerusalén . Se llamó su madre Joadán, natural de Jerusalén .
Después todo el pueblo de Judá proclamó por rey en lugar de Amasías a su hijo Ozías, de edad de dieciséis años.
Veinticinco años tenía Joatam cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén ; se llamaba su madre Jerusa, hija de Sadoc.
Veinte años tenía Acaz cuando comenzó a reinar; y dieciséis años reinó en Jerusalén . No se portó bien en la presencia del Señor, como su padre David;
Comenzó, pues, a reinar Ezequías a la edad de veinticinco años; y reinó veintinueve en Jerusalén ; su madre se llamó Abía, hija de Zacarías.
Envió después Ezequías por todo Israel y Judá, y en particular escribió cartas a Efraín y a Manasés, convidándolos a venir al templo del Señor en Jerusalén para celebrar la Pascua del Señor Dios de Israel.
Concluidas todas las ceremonias de la fiesta, salieron todos los israelitas que moraban en las ciudades de Judá, e hicieron pedazos los ídolos, y cortaron los bosques a ellos dedicados, y derribaron los adoratorios de los lugares altos, y destruyeron los altares; no sólo en todo el país de Judá y de Benjamín, sino también de Efraín y Manasés; ni pararon hasta no dejar rastro de ellos; y después de esto se volvieron todos los hijos de Israel a sus posesiones y ciudades.
Después de estas cosas, y de tanta fidelidad de Ezequías , sobrevino Sennaquerib, rey de los asirios; y entrándose por las tierras de Judá, puso sitio a las ciudades fuertes para apoderarse de ellas.
Doce años tenía Manasés cuando entró a reinar, y reinó cincuenta y cinco en Jerusalén .
Ocho años tenía Josías cuando entró a reinar; y reinó treinta y un años en Jerusalén .
Celebró asimismo Josías en Jerusalén la Pascua del Señor, la cual fue inmolada en el día catorce del mes primero.
Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, cuarto hijo de Josías, y lo alzó por rey de Jerusalén , en lugar de su padre.