II Crónicas, 15
[1] Entonces Azarías, hijo de Oded, movido del espíritu de Dios, •
[2] fue a encontrar a Asá, y le dijo: Escuchadme tú, oh Asá, y pueblos todos de Judá y de Benjamín: El Señor ha estado con vosotros en la batalla, porque vosotros habéis permanecido adictos a él. Si vosotros lo buscareis, lo hallaréis; mas si lo abandonareis, os abandonará. •
[3] Mucho tiempo pasará Israel sin el verdadero Dios, sin sacerdote, sin doctor y sin ley. •
[4] Y cuando en medio de su angustia se conviertan al Señor Dios de Israel y lo buscaren, lo hallarán. •
[5] Durante aquel tiempo no habrá seguridad para ir y venir, sino que por todos lados asaltarán terrores a todos los habitantes de la tierra; •
[6] porque una nación se levantará contra otra, y una ciudad contra otra ciudad, pues el Señor los conturbará con toda suerte de aflicciones. •
[7] Vosotros entretanto armaos de valor, y no desmayen vuestros brazos; puesto que habéis de recibir la recompensa de vuestras fatigas.
[8] Oyendo Asá las palabras y profecía de Azarías, hijo de Oded profeta, cobró aliento, y quitó los ídolos de todo el país de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que habían conquistado en la montaña de Efraín; y dedicó o restableció el altar del Señor, que estaba colocado ante el pórtico del templo del Señor. •
[9] Y convocó a todo Judá y Benjamín, y con ellos a los forasteros de Efraín, y de Manasés, y de Simeón, pues se iban acogiendo a él muchos de Israel, viendo cuánto le favorecía el Señor su Dios. •
[10] Y venidos a Jerusalén el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asá, •
[11] inmolaron al Señor en aquel día setecientos bueyes y siete mil carneros, de los despojos y botín que habían traído. •
[12] Entró después, según costumbre, a ratificar el pacto o promesa de que seguirían al Señor Dios de sus padres con todo el corazón y con toda su alma. •
[13] Que si alguno, dijo, no siguiere al Señor Dios de Israel, muera sin excepción, sea pequeño o grande, varón o mujer. •
[14] Y juraron al Señor en alta voz y con júbilo, y al son de trompetas y clarines,
[15] todos los que estaban en Judá, echándose insultos; pues hicieron este juramento de todo su corazón, y buscaron al Señor con plena voluntad, y así es que lo hallaron; y les dio el Señor paz con todos sus vecinos. •
[16] Depuso también el rey a su madre Maaca de la augusta autoridad que gozaba, porque había colocado en un bosque el ídolo de Príapo; el cual rompió Asá, haciéndole mil pedazos, y lo quemó en el torrente de Cedrón. •
[17] No obstante, quedaron lugares altos en Israel si bien el corazón de Asá fue perfecto todo el tiempo de su vida. •
[18] Entregó también al templo del Señor las cosas que su padre y él tenían ofrecidas con voto, el oro y la plata, y diferentes especies de vasos o utensilios. •
[19] Finalmente, no hubo guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asá. •