Levítico
Y llamó el Señor a Moisés, y le habló desde el Tabernáculo del Testimonio, diciendo:
Cuando alguna persona ofreciere al Señor una oblación de harina en sacrificio de acción de gracias será su ofrenda flor de harina, sobre la cual derramará aceite y pondrá incienso,
Y si la oblación fuere una hostia pacífica y quisiere ofrecerla de ganado vacuno, presentará delante del Señor un macho o hembra, que no tenga defecto,
Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
Si una persona pecare, porque habiendo oído las palabras de uno que juró hacer algo, y pudiendo ser testigo de la cosa, o porque la vio, o porque la supo de cierto, con todo no quiso testificar, pagará la pena de su culpa.
Habló el Señor a Moisés, diciendo:
Esta es también la ley de la hostia ofrecida por delito. Esta hostia es santísima;
Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
Llegado el día octavo, llamó Moisés a Aarón y sus hijos, y a los ancianos de Israel, y dijo a Aarón:
Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomando los incensarios, pusieron en ellos fuego e incienso encima, ofreciendo ante el Señor fuego extraño, lo cual les estaba vedado.
Habló el Señor a Moisés y a Aarón, diciendo:
Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
Y habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:
Habló el Señor a Moisés, diciendo:
Habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:
El Señor habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando por ofrecer fuego extraño fueron muertos,
Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
El Señor habló a Moisés, diciendo:
Habló el Señor a Moisés, diciendo:
Habló el Señor a Moisés, diciendo:
Dijo también el Señor a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles: Nada haga el sacerdote en los funerales de sus conciudadanos que le constituya inmundo según la ley,
Habló nuevamente el Señor a Moisés, diciendo:
Habló el Señor a Moisés, diciendo:
Habló también el Señor a Moisés, diciendo:
Y habló el Señor a Moisés en el monte Sinaí , diciendo:
Yo soy el Señor Dios vuestro: No os fabricaréis ídolos, ni estatuas, ni erigiréis columnas o aras, ni pondréis en vuestra tierra piedra señalada con el fin de adorarla, porque yo soy el Señor Dios vuestro.
Habló todavía el Señor a Moisés, diciendo: