Exodo, 21
[1] Estas son las leyes judiciales que les has de proponer: •
[2] Si comprares un esclavo hebreo, seis años te servirá; al séptimo saldrá libre, sin pagar nada. •
Un hebreo en la miseria podía vender su libertad, aunque sólo era esclavo hasta el año sabático, que se repite cada siete años. Dt. 15, 12; Je. 34, 14.
[3] Cual era el vestido con que entró, tal ha de ser aquél con que saldrá. Si tenía mujer, la mujer también saldrá con él. •
[4] Mas si su señor le hubiere dado mujer no hebrea, y le hubiere parido hijos e hijas, la mujer y sus hijos serán de su señor; y él saldrá con su vestido.
La esclava no hebrea no gozaba del privilegio del año sabático.
[5] Que si el esclavo dijere: Yo amo a mi señor y a mi mujer e hijos, no quiero recobrar mi libertad,
[6] el dueño le presentará ante los dioses, esto es, a los jueces, y arrimándole a los postes de la puerta de su casa, le perforará la oreja con una lezna, y quedará esclavo suyo para siempre. •
[7] Si alguno vendiere su hija para esclava, no saldrá como suelen salir las otras esclavas. •
[8] Si desagradare a los ojos de su dueño, a quien fue entregada, la despedirá; mas no tendrá facultad de venderla a otra gente o familia, si él la despreció. •
[9] Pero si la desposare con su hijo, le dará el trato propio de las hijas. •
[10] Mas si casa su hijo con otra, dará marido a la muchacha y vestidos, y no la defraudará del precio debido a su perdida virginidad. •
[11] Si no hiciera estas tres cosas, saldrá libre, sin pagar nada.
[12] Quien hiriere a un hombre, matándole voluntariamente, muera sin remisión. •
[13] Que si no lo hizo adrede, sino que Dios dispuso que casualmente cayese en sus manos, yo te señalaré un lugar en que podrá refugiarse. •
[14] Al que de caso pensado y a traición matare a su prójimo, le arrancarás hasta de mi altar, para que muera. •
[15] Quien hiriere a su padre o madre, muera sin remedio. •
[16] El que hubiere robado un hombre y le vendiere, convencido del delito, muera irremisiblemente.
[17] El que maldijere a su padre o madre, sea sin remisión castigado de muerte. •
[18] Si riñeren entre sí dos hombres, y el uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero tuviere que guardar cama;
[19] si después se levantare y anduviere por fuera apoyado sobre su bastón, quedará el percusor exento de la pena de muerte; pero con la obligación de resarcirle sus jornales perdidos y los gastos de la curación. •
[20] Quien hiriere a palos a su esclavo o esclava, si murieren entre sus manos, será reo de crimen.
[21] Mas si sobrevivieren uno o dos días, no estará sujeto a pena, porque es de su propiedad. •
[22] Si armando pendencia algunos hombres, uno de ellos hiriere a una mujer preñada, y ésta abortase, pero no muriese, resarcirá el daño, según lo que pidiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros. •
[23] Pero si siguiese la muerte de ella, pagará vida por vida, •
[24] y en general se pagará ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, •
Se establece la ley del Talión, para que frene la cólera y no para fomentar la venganza. Lv. 24, 20; Dt. 19, 21; Mt. 5, 38.
[25] quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
[26] Si alguno hiriere en el ojo a su esclavo o esclava y los dejare tuertos, les dará libertad por causa del ojo que les sacó.
[27] Del mismo modo si hiciere saltar un diente al esclavo o esclava, los dejará ir libres.
[28] Si un buey acorneare a un hombre o a una mujer y resultare la muerte de éstos, será el buey muerto a pedradas, y no se comerán sus carnes; mas el dueño del buey quedará absuelto. •
[29] Pero si el buey acorneaba de tiempo atrás, y requerido por ello su dueño, no le tuvo encerrado, y matare a hombre o a mujer; no sólo el buey será apedreado, sino también muerto su dueño. •
[30] Si los jueces le imponen solamente una multa, dará en rescate de su vida cuanto le fuere mandado.
Por circunstancias particulares.
[31] Si acornease a un muchacho o muchacha, estará sujeto a la misma sentencia.
[32] Si acometiere a un esclavo o esclava, dará treinta siclos de plata al amo de ellos, y el buey morirá apedreado. •
[33] Si alguno destapa un pozo o le abre de nuevo, y no lo cubre, y viniere a caer en él un buey o un asno,
[34] pagará el dueño del pozo el precio de las bestias, mas el animal muerto será suyo.
[35] Si el buey de alguno hiriere al buey de otro y éste muriere, venderán el buey vivo y partirán su precio, y la carne del muerto la repartirán entre sí.
[36] Pero si el dueño sabía ya que de tiempo atrás el buey acometía y no le encerró, restituirá buey por buey, y será suyo todo entero el buey muerto.