Deuteronomio, 33
[1] Esta es la bendición que Moisés, varón de Dios, dio antes de su muerte a los hijos de Is-rael. •
Moisés habla en tercera persona, como los profetas.
[2] Dijo así: De Sinaí vino el Señor, y de Seir nos esclareció; resplandeció desde el monte Farán, y con él millares de santos. En su mano derecha traía la ley que nos dio desde en medio del fuego. •
De santos ángeles que le servían.
[3] El Señor amó a los pueblos: bajo su mano protectora están todos los santos, y aquellos que se sientan a sus pies, recibirán sus instrucciones y doctrinas. •
Tribus descendientes de Jacob. Gn. 48, 19; Act. 4, 17.
[4] Moisés nos dio la ley, la cual será la herencia de la numerosa posteridad de Jacob . •
Moisés pone estas palabras en boca del pueblo.
[5] Ella será el rey que mandará en su recto o amado pueblo; estando los príncipes del pueblo unidos con las tribus de Israel. •
[6] Viva Rubén y no muera, mas sea pequeño en número. •
Según la imprecación de su padre. Gen 49.
[7] He aquí la bendición de Judá: Escucha, ¡oh Señor!, la voz de Judá, y dale entre su pueblo la parte que le has destinado: sus manos pelearán por Israel y serás su protector contra los enemigos. •
Profecía de que Judá conducirá las otras tribus.
[8] Dijo después a Leví: Tu perfección, Señor, y tu doctrina fue concedida a tu varón santo, a quien probaste en la tentación y juzgaste en las aguas de la Contradicción. •
[9] Aquellos que dijeron a su padre y a su madre: No os conozco; y a sus hermanos: No sé quién sois; y ni a sus propios hijos perdonaron, éstos cumplieron tus mandamientos y guardaron inviolable tu pacto. •
[10] Estos enseñarán tus derechos a Jacob y tu ley a Israel; y cuando estés irritado, te ofrecerán incienso y holocaustos sobre tu altar. •
[11] Bendice, oh Señor, su fortaleza y acepta las obras de sus manos. Hiere las espaldas de sus enemigos; y no levanten cabeza los que lo aborrecen. •
[12] Y de Benjamín dijo: Benjamín el muy amado del Señor, estará cerca de él con confianza; allí morará siempre como en cámara nupcial y reposará en sus brazos. •
En el templo de Benjamín. Js. 18, 28.
[13] Dijo también a José: Sea la tierra de José bendita del Señor, colmada de frutos y bendiciones del cielo, del rocío y de los manantiales que brotan de debajo de la tierra; •
La tierra de Efraín y Manasés fue muy fértil. La de Manasés estaba en los montes Hermón, Galaad y Sanir.
[14] de los frutos que son producciones del sol y de la luna; •
[15] de los que crecen en la cumbre de los montes antiguos y sobre los antiquísimos collados; •
[16] de todos los frutos de la tierra y de toda la riqueza de ella. La bendición de aquel que se apareció en la zarza, venga sobre la cabeza de José, sobre la coronilla de la cabeza del nazareo o consagrado al Señor entre sus hermanos. •
[17] Es cual la del toro primerizo su gallardía; como las del rinoceronte son sus astas; con ellas volteará las gentes hasta los fines de la tierra: tal será la gloria de la numerosa tribu de Efraín: y tal la de los millares de hijos de la de Manasés. •
[18] A Zabulón le dijo: Regocíjate, ¡oh Zabulón!, en tu tráfico por el mar; como tú, Isacar, en la quietud de tu casa. •
[19] Tus hijos exhortarán los pueblos a ir al monte santo del Señor, donde le inmolarán víctimas de justicia. Chuparán como leche las riquezas de la mar y los tesoros que esconden sus arenas. •
[20] Dijo también a Gad: Bendito sea Gad en su expansión o ancho territorio: se echó a descansar como un león, arrebató de una vez brazo y cabeza. •
Jefté, que era de esta tribu, extendió los confines de sus posesiones. Ju. 11, 32; Js. 13, 24.
[21] Y reconoció su prerrogativa en que Moisés el doctor de Israel debía ser depositado en su porción o herencia. El fue con los príncipes del pueblo a la conquista de Canaán, y cumplió los mandatos del Señor y su obligación con Israel. •
Moisés murió en el monte Nebo, territorio de Gad.
[22] Asimismo dijo a Dan: Dan como un joven león correrá en busca de presa desde Basán y se extenderá mucho. •
[23] Y a Neftalí le dijo: Neftalí gozará de todo en abundancia: será colmado de las bendiciones del Señor; poseerá el mar de Genezaret, y el país hacia el mediodía. •
[24] Dijo también a Aser: Bendito sea en su prole. Será agradable a sus hermanos: y bañará en aceite sus pies. •
[25] De hierro y cobre será su calzado. Como en los días de tu juventud, así serás fuerte en los de tu vejez. •
Esos guerreros solían usar botas de estos metales.
[26] No hay otro Dios como el Dios del rectísimo o muy amado Israel. El que está sentado sobre los cielos es tu protector. Su gran poder es el que hace correr las nubes de una parte a otra. •
[27] Arriba en lo más alto de los cielos está su morada y llegan acá abajo sus brazos o poder eterno. Arrojará de tu presencia al enemigo, y le dirá: Quédate reducido a polvo. •
Moisés da una idea grandiosa de Dios.
[28] Con esto Israel estará en su país seguro y separado. Tiende, ¡oh Jacob !, la vista por tu tierra abundante de trigo y de vino: el rocío caerá con tanta abundancia, que se oscurecerá el cielo. •
[29] Bienaventurado eres, ¡oh Israel! ¿Quién hay semejante a ti, ¡oh pueblo afortunado!, que hallas tu salud en el Señor? El es el escudo que te cubre y defiende, y la espada que te llena de gloria. Tus enemigos rehusarán reconocerte; pero tú los sojuzgarás y pondrás el pie sobre su cuello. •