Numeros, 16
[1] Pero he aquí que Coré, hijo de Isaar, hijo de Caat, hijo de Leví; y Datán y Abirón, hijos de Eliab; y también Hon, hijo de Felet, de la tribu de Rubén, •
Coré, primo de Moisés y Aarón, envidioso de su autoridad, se conjuró contra ellos con Datán y Abirón.
[2] se amotinaron contra Moisés con otros doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel, varones de los más ilustres de la comunidad, y que en tiempo de concilio o asamblea, eran convocados nominadamente. •
Eus. 45, 22; 1Co. 10, 10; Jds 11.
[3] Y presentándose delante de Moisés y Aarón, dijeron: Básteos ya lo hecho hasta aquí; puesto que todo este pueblo es de santos, y en medio de ellos está el Señor, ¿por qué causa os ensalzáis tanto sobre el pueblo del Señor? •
[4] Lo que oyendo Moisés, se postró rostro por tierra;
[5] y luego hablando a Coré y a toda la multitud: Mañana, dijo, declarará el Señor quiénes son los suyos, y se apropiará los que son santos; y aquellos que escogiere, ésos se acercarán a él o serán sus ministros. •
[6] Haced, pues, esto: Tome cada cual su incensario, tú Coré, y todo tu séquito; •
[7] y mañana, echado el fuego, poned sobre él incienso, delante del Señor; y al que escogiere ése será santo: ¡Oh hijos de Leví!, mucho os engreís. •
[8] Y añadió hablando con Coré: Escuchad, hijos de Leví:
[9] ¿Os parece acaso poco que el Dios de Israel os haya separado de todo el pueblo, y allegado a sí, para que le sirvieseis en el culto del Tabernáculo y estuvieseis ante el concurso del pueblo, ejerciendo por él el ministerio? •
[10] ¿Para eso te ha puesto a ti y a todos tus hermanos, los hijos de Leví, cerca de sí, para que os arroguéis también el sumo sacerdocio,
[11] y toda tu gavilla se subleve contra el Señor? Porque ¿qué es Aarón, para que murmuréis contra él? •
[12] En seguida Moisés envió a llamar a Datán y a Abirón, hijos de Eliab. Los cuales respondieron: Nosotros no vamos.
[13] Pues que, ¿te parece aún poco el habernos sacado de una tierra que manaba leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que además de eso nos has de estar tiranizando?
[14] Por cierto que nos has introducido en terreno donde corren arroyos de leche y miel, y que nos has dado posesiones de campos y viñedos; o ¿por ventura quieres sacarnos también los ojos? Nosotros no vamos. •
[15] Entonces Moisés sumamente irritado dijo al Señor: No atiendas a sus sacrificios: Tú sabes que ni siquiera un asnillo he tomado jamás de ellos, ni a ninguno he hecho daño. •
[16] Dijo después a Coré: Tú y toda tu cuadrilla presentaos mañana aparte delante del Señor, y Aarón se presentará separadamente.
[17] Tomad cada cual vuestros incensarios, y echad en ellos incienso, ofreciendo al Señor doscientos cincuenta incensarios; y tenga Aarón también el suyo.
[18] Como lo hubiesen hecho así, estando presentes Moisés y Aarón,
[19] y habiendo agavillado contra ellos toda la gente a la puerta del Tabernáculo, se manifestó a todos la gloria del Señor. •
[20] El cual hablando con Moisés y Aarón, dijo:
[21] Apartaos de en medio de esa gavilla, y en un momento los consumiré.
[22] Aquí Moisés y Aarón se postraron sobre su rostro, y dijeron: ¡Oh fortísimo Dios de los espíritus de todos los hombres! ¿es posible que por el pecado de uno se ha de ensañar tu ira contra todos? •
[23] Entonces dijo el Señor a Moisés:
[24] Manda a todo el pueblo que se retire de las tiendas de Coré, y de Datán y de Abirón.
[25] Y se levantó Moisés, y se fue hacia Datán y Abirón; y siguiéndole los ancianos de Israel,
[26] dijo a la gente: Retiraos de las tiendas de esos hombres impíos, y no toquéis cosa suya, porque no seáis envueltos en sus pecados. •
[27] Retirados que fueron de los alrededores de las tiendas de los dichos, saliendo Datán y Abirón, se pusieron a la entrada de sus pabellones con las mujeres e hijos y toda su gente. •
[28] Dijo entonces Moisés: En esto conoceréis que el Señor me ha enviado a ejecutar todas las cosas que veis, y que no las he forjado yo en mi cabeza.
[29] Si éstos que me acusan murieren de la muerte ordinaria de los hombres, y fueren heridos del azote que suele también herir a los demás, no me ha enviado el Señor;
[30] pero si el Señor hiciere una cosa nunca vista, de manera que la tierra abriendo su boca se los trague a ellos y a todas sus cosas, y bajen vivos al infierno, sabréis entonces que han blasfemado contra el Señor. •
[31] No bien hubo acabado de hablar, cuando la tierra se hundió debajo de los pies de aquéllos, •
[32] y abriendo su boca se los tragó con sus tiendas y todos sus haberes; •
[33] y cubiertos de tierra bajaron vivos al infierno, y perecieron de en medio del pueblo. •
[34] Al punto todo Israel, que estaba al contorno, a los alaridos de los que perecían echó a huir diciendo: No sea que nos trague también a nosotros la tierra.
[35] Además de ésto, un fuego enviado del Señor abrasó a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. •
[36] Y el Señor habló a Moisés, diciendo:
[37] Da orden a Eleazar, sacerdote hijo de Aarón, que tome los incensarios que han quedado esparcidos en medio del incendio, y desparrame a una y otra parte el fuego que hay en ellos; por cuanto han quedado ya consagrados
[38] con la muerte de los pecadores; y que los reduzca a planchas, las cuales clave en el altar, por haberse ofrecido en ellos incienso al Señor, y quedar a él consagrados; a fin de que los hijos de Israel las miren como una señal y recuerdo. •
[39] Tomó, pues, el sacerdote Eleazar los incensarios de bronce en que hicieron su ofrenda a aquellos que fueron devorados por el incendio, y los redujo a planchas, que clavó en el altar; •
[40] a fin de que sirviesen en adelante a los hijos de Israel de escarmiento, para que ningún extraño, y que no sea del linaje de Aarón, se acerque a ofrecer incienso al Señor; para que no le acontezca lo que le aconteció a Coré y a todo su séquito, según la palabra del Señor a Moisés. •
[41] Pero al día siguiente toda la multitud de los hijos de Israel murmuraba contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado la muerte al pueblo del Señor.
[42] Y como tomase cuerpo la rebelión y creciese el tumulto.
[43] Moisés y Aarón se refugiaron en el Tabernáculo de la alianza. Entrados dentro, la nube les cubrió, y apareció la gloria del Señor.
[44] Y dijo el Señor a Moisés:
[45] Retiraos de en medio de esta turba; que ahora mismo voy a acabar con ellos. Y estando postrados en tierra los dos, •
[46] dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y cogiendo fuego del altar, pon encima del incienso y corre a toda prisa hacia el pueblo para rogar por él: porque ya el Señor ha soltado el dique a su ira, y la mortandad se encruelece. •
[47] Haciéndolo así Aarón, y corriendo al medio de la multitud, a la cual devoraba ya el incendio, ofreció el incienso;
[48] y puesto entre los muertos y los vivos, intercedió por el pueblo, y cesó la mortandad.
[49] Los muertos fueron catorce mil setecientos hombres, sin contar los que perecieron en la rebelión de Coré. •
[50] Y Aarón después que cesó el estrago se volvió a Moisés a la puerta del Tabernáculo de la alianza.