Levítico, 12
[1] Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
[2] Dirige tu palabra a los hijos de Israel, y les dirás: Si la mujer conociendo al hombre queda preñada y pariere varón, quedará inmunda por siete días, separada como en los días de la regla menstrual. •
[3] Al día octavo será circuncidado el niño; •
[4] mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre. No tocará ninguna cosa santa, ni entrará en el santuario, hasta que se cumplan los días de su purificación. •
[5] Mas si pariere hembra, estará inmunda dos semanas, según el rito acerca del flujo menstrual, y por sesenta y seis días quedará purificándose de su sangre. •
[6] Cumplidos en fin los días de su purificación por hijo o por hija, traerá a la entrada del Tabernáculo del Testimonio un cordero primal para holocausto y un pichón o una tórtola por el pecado, y los entregará al sacerdote; •
Por su inmundicia legal. Esta se llama pecado, que se originó en el pecado original, por lo cual nuestro linaje fue viciado en Adán.
[7] el cual ofrecerá al Señor y rogará por ella, y con esto quedará purificada del flujo de su sangre. Esta es la ley de la mujer que pare varón o hembra. •
[8] Pero si sus facultades no alcanzan para poder ofrecer un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones, el uno para holocausto y el otro para sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará oración por ella, y así será purificada. •