Isaías, 65
[1] Han venido a buscarme aquellos que antes no preguntaban por mí, me han hallado aquellos que no me buscaron. Yo he dicho a una nación que no invocaba mi Nombre: Aquí estoy, heme aquí. •
[2] Extendí todo el día mis brazos hacia un pueblo incrédulo y rebelde que no anda por el buen camino, sino en pos de sus antojos. •
[3] Pueblo que cara a cara me está provocando continuamente a enojo; hombres que inmolan víctimas en los huertos, y ofrecen sacrificios sobre altares fabricados en ladrillos; •
[4] que se meten en los sepulcros, que duermen en los templos de los ídolos o falsos oráculos; que comen la carne del cerdo, y echan en sus tazas un caldo profano o prohibido; •
Ataque contra las prácticas idolátricas. Lv. 11, 7.
[5] que dicen a otros: Apártáte de mí, no me toques, porque tú eres inmundo. Todos estos se convertirán en humareda el día de mi furor, en fuego que arderá siempre. •
[6] Sabed que lo dicho lo tengo escrito delante de mí. Por lo que no callaré, dice el Señor, sino que les retornaré el cambio, y les pondré en su seno la paga; •
[7] la paga o castigo de sus iniquidades y de las iniquidades de sus padres; los cuales ofrecieron sacrificios sobre los montes, y me deshonraron sobre los collados. Yo derramaré en el seno de los hijos la paga debida a las antiguas obras de los padres. •
[8] Sin embargo, esto dice el Señor: Como cuando se halla un grano bueno en un racimo podrido, y se dice: No lo desperdicies, pues es una bendición o don de Dios, eso mismo haré yo por amor de mis siervos: No exterminaré a Israel del todo; •
[9] antes bien entresacaré de Jacob un linaje, y de Judá quien domine sobre mis montes. Y esta tierra de Sión será la herencia de mis escogidos, y en ella habitarán mis fieles siervos; •
[10] y las campiñas serán rediles de rebaños, y en el fértil valle de Acor se albergarán los ganados mayores de mi pueblo, de aquellos que han ido en pos de mí. •
[11] Pero a vosotros que abandonasteis al Señor, que os olvidasteis de Sión, mi santo monte, que aparejasteis una mesa o altar al ídolo de la Fortuna, y derramáis sobre ella libaciones, •
[12] yo os iré entregando uno a uno al filo de mi espada, y todos pereceréis en esta mortandad; puesto que yo os llamé y no os respondisteis, os hablé y no hicisteis caso; antes bien cometíais la maldad delante de mis ojos, y habéis escogido las cosas que yo aborrecía. •
[13] Por tanto, esto dice el Señor Dios: Sabed que mis siervos comerán, y vosotros padeceréis hambre; mis siervos beberán, y vosotros padeceréis sed; •
[14] mis siervos se regocijarán, y vosotros estaréis avergonzados: y sabed, en fin, que mis siervos, a impulsos del júbilo de su corazón, entonarán himnos de alabanza, y vosotros, por el dolor de vuestro corazón, alzaréis el grito, y os hará dar aullidos la aflicción del ánimo.
[15] Y dejaréis cubierto de execración vuestro nombre a mis escogidos. El Señor Dios acabará contigo, ¡oh Israel!, y a sus siervos los llamará con otro nombre. •
[16] En el cual nombre quien fuere bendito sobre la tierra, bendito será del Dios verdadero; y el que jurare sobre la tierra, por este nombre del Dios verdadero jurará; porque las precedentes angustias o tribulaciones se han echado en olvido, y desaparecieron de mis ojos. •
[17] Porque he aquí que yo voy a crear nuevos cielos y nueva tierra y de las cosas o tribulaciones primeras no se hará más memoria, ni recuerdo alguno; •
[18] sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén , ciudad de júbilo, y a su pueblo, pueblo de alegría. •
[19] Y colocaré yo mis delicias en Jerusalén , y hallaré mi gozo en mi pueblo; nunca jamás se oirá en él la voz de llanto, ni de lamento.
[20] No se verá más allí un niño que viva pocos días, ni anciano que no cumpla el tiempo de su vida; pues el que morirá más niño, tendrá cien años, y el pecador o el que no viva cien años, será reputado como maldito. •
[21] Y edificarán casas, y las habitarán y plantarán viñas, y comerán de su fruto.
Descripción de paz idílica, debido a la intervención de Dios.
[22] No acontecerá que ellos edifiquen, y sea otro el que habite; ni plantarán para que otro sea el que coma; pues los días de mi pueblo serán duraderos como los días del árbol de la vida, y permanecerán largo tiempo las obras de sus manos. •
Para siempre.
[23] No se fatigarán en vano mis escogidos, ni tendrán hijos que los conturben; porque estirpe de benditos del Señor son, así ellos como sus nietos. •
[24] Y antes que clamen, yo los oiré: Cuando estén aún con la palabra en la boca otorgaré su petición. •
[25] El lobo y el cordero pacerán juntos; el león, como el buey, comerá heno; el alimento de la serpiente será el polvo; no habrá quien haga daño ni cause muerte en todo mi santo monte, dice el Señor. •