Amos, 2
[1] Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Moab, ya no la convertiré: porque vengativo quemó los huesos del rey de Idumea, reduciéndolos a cenizas. •
[2] Yo enviaré, pues, fuego contra Moab, que devorará los edificios de Cariot; y Moab perecerá en medio del estruendo y del sonido de las trompetas de guerra. •
[3] Y quitaré de en medio a su juez o monarca, y junto a él mataré a todos sus príncipes, dice el Señor. •
[4] Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Judá, ya no la convertiré, por cuanto ha desechado la ley del Señor, y no ha observado sus mandamientos; pues le han seducido sus ídolos, en pos de los cuales anduvieron sus padres. •
[5] Yo enviaré fuego contra Judá, que devorará los edificios de Jerusalén . •
[6] Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Israel, ya no lo convertiré; por cuanto ha vendido por dinero al justo, y por un par de sandalias al pobre. •
[7] Abaten hasta el suelo las cabezas de los pobres, y se esquivan del trato con los humildes. El hijo y el padre durmieron con la misma joven, deshonrando mi santo Nombre. •
[8] Y se recostaban sobre las ropas y vestidos tomados en prenda al pobre, celebrando convites junto a cualquier altar, y en la casa de su Dios bebían el vino de aquellos que habían condenado. •
[9] Pero yo fui el que exterminó delante de ellos a los amorreos, los cuales eran altos como los cedros, y fuertes como la encina; yo destruí sus frutos que salen sobre la tierra, y hasta las raíces que están debajo de ella. •
[10] Yo soy aquel que os sacó de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para poneros en posesión de la tierra de los amorreos. •
[11] E hice salir profetas de entre vuestros hijos, y nazareos de entre vuestros jóvenes. ¿No es esto así, oh hijos de Israel, dice el Señor? •
[12] Y vosotros hicisteis que los nazareos bebiesen vino; y a los profetas les dijisteis: No tenéis que profetizar. •
[13] Y he aquí que os haré crujir, como hace un carro muy cargado de gavillas en todo lugar por donde pasa. •
[14] Ni el hombre más ligero podrá escapar, y en vano hará esfuerzos el fuerte, y no podrá el valiente salvarse. •
[15] No podrá resistir el que dispara el arco, no se salvará el ligero de pies, ni podrá el de a caballo ponerse a salvo.
[16] El de corazón más valiente entre los campeones huirá desnudo en aquel día, dice el Señor.