Amos
Palabras de Amós, que fue un pastor de Tecue, y contienen la revelación que tuvo en orden a Israel, en tiempo de Ozías, rey de Judá, y en tiempo de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Moab, ya no la convertiré: porque vengativo quemó los huesos del rey de Idumea, reduciéndolos a cenizas.
Escuchad, ¡oh hijos de Israel!, la palabra que ha pronunciado el Señor acerca de vosotros, acerca de toda aquella nación que sacó él de la tierra de Egipto, diciendo:
Escuchad estas palabras vosotros, vacas gordas del monte de Samaria, vosotros que oprimís a los menesterosos, y holláis a los pobres; vosotros que decís a vuestros amos: Traed, y beberemos.
Escuchad estas palabras con que voy a formar una lamentación sobre vosotros: La casa de Israel cayó, y no volverá más a levantarse.
¡Ay de vosotros los que nadáis en la abundancia en medio de Sión, y los que vivís sin ningún recelo en el monte de Samaria!, de vosotros, ¡oh magnates principales de los pueblos, que entráis con fausto en las juntas de Israel!
Estas son las visiones que me ha enviado el Señor Dios: He aquí que criaba el Señor un ejército de langostas al principio cuando la lluvia tardía hace crecer la hierba, y ésta es la lluvia tardía que la hace brotar después de haber sido segada para el rey.
Me envió el Señor Dios esta visión: Vi un gancho de coger fruta.
Yo vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Hiere el quicio o umbral, y se conmoverán los dinteles. Porque no hay nadie que no esté dominado de la avaricia; y yo haré morir al filo de la espada hasta el último de ellos, sin que haya quien pueda escapar; huirán, y ninguno de los que huyeren se salvará.