Salmos, 96
[1] El Señor es el que reina: Regocíjese la tierra; muestre su júbilo la multitud de islas. •
[2] Rodeado está de una densa y oscura nube; justicia y juicio son el sostén de su trono. •
[3] Fuego irá delante de él, que abrasará por todas partes a sus enemigos. •
[4] Alumbrarán sus relámpagos la tierra, que lo vio, y se estremeció.
[5] Se derritieron, como cera, los montes a la presencia del Señor; a la presencia del Señor se derretirá la tierra toda. •
[6] Anunciaron los cielos su justicia; y todos los pueblos vivieron su gloria. •
[7] Que se confundan todos los adoradores de los ídolos y cuantos se glorían en sus simulacros. Adorad al Señor vosotros todos ¡oh ángeles suyos! •
Motivo típico de los salmos de Dios como rey. Hb. 1, 6.
[8] Lo oyó Sión, y se llenó de alborozo. Saltaron de alegría las hijas de Judá en vista, ¡oh Señor!, de tus juicios.
[9] Porque tú eres el Señor Altísimo sobre toda la tierra; tú eres infinitamente más elevado que todos los dioses. •
[10] ¡Oh vosotros, los que amáis al Señor!, aborreced el mal. El Señor guarda las almas de sus santos; las librará de las manos del pecador. •
[11] Amaneció la luz al justo, y la alegría a los de recto corazón. •
[12] Alegraos, pues, ¡oh justos!, en el Señor, y celebrad con alabanzas su santa memoria. •