Salmos, 90
[1] El que se acoge al asilo del Altísimo, descansará siempre bajo la protección del Dios del cielo. •
[2] El dirá al Señor: Tú eres mi amparo y refugio; el Dios mío en quien esperaré. •
[3] Porque él me ha librado del lazo de los cazadores y de terribles adversidades. •
[4] Con sus alas te hará sombra, y debajo de sus plumas estarás confiado. •
Estas imágenes expresan la protección y defensa de Dios. Dt. 32, 11.
[5] Su verdad te cercará como escudo; no temerás terrores nocturnos, •
[6] ni la saeta disparada de día, ni al enemigo que anda en tinieblas, ni los asaltos del demonio en medio del día. •
[7] Caerán muertos a tu siniestra mil y diez mil a tu diestra; mas nada te pasará a ti. •
[8] Tú lo estarás contemplando con tus propios ojos, y verás el pago que se da a los pecadores, y exclamarás:
[9] ¡Oh! y cómo eres tú, ¡oh Señor, mi esperanza! Tú ¡oh justo! has escogido al Altísimo para asilo tuyo. •
[10] No llegará a ti el mal, ni el azote se acercará a tu morada. •
[11] Porque él mandó a sus ángeles que cuidasen de ti; los cuales te guardarán en cuantos pasos dieres. •
[12] Te llevarán en las palmas de sus manos; no sea que tropiece tu pie en alguna piedra. •
[13] Andarás sobre áspides y víboras, y hollarás los leones y dragones. •
[14] Ya que ha esperado en mí, yo le libraré; yo lo protegeré, pues ha conocido o adorado mi Nombre. •
[15] Clamará a mí, y lo oiré benigno. Con él estoy en la tribulación; lo pondré a salvo, y lo llenaré de gloria. •
[16] Lo sacaré con una vida muy larga, y le haré ver el salvador que enviaré. •