Salmos, 58
[1] No destruyas a tu siervo. Sálvame, Dios mío de mis enemigos, líbrame de los que me asaltan. •
[2] Sácame del poder de los que obran inicuamente y libértame de esos hombres sedientos de sangre.
[3] Que ya ves cómo se han hecho dueños de mi vida; arremeten contra mí hombres de gran fuerza. •
[4] No padezco esto, Señor, por culpa mía, ni por pecado mío; sin iniquidad seguí mi carrera, y enderecé mis pasos. •
[5] Levántate y ven en mi socorro, y considera mi inocencia. Apresúrate, oh Señor, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, a vigilar a todas las gentes; no uses de piedad con ninguno de los que cometen la iniquidad. •
[6] Ellos volverán hacia la tarde; padecerán hambre como perros, y andarán rondando la ciudad. •
Invocación contra los enemigos, confiando en el poder de Dios.
[7] Hablarán a escondidas, teniendo dentro de sus labios como un cuchillo afilado, y dirán: ¿Quién hay que nos oiga? •
[8] Mas tú, ¡oh Señor!, te reirás de ellos; consideras nada todas las gentes. •
[9] En ti he depositado mi fortaleza; pues tú eres, oh Dios, el defensor mío. •
[10] La misericordia de mi Dios se anticipará en mi socorro. •
[11] Me ha mostrado Dios sus designios sobre mis enemigos. ¡Ah! no los mates; no sea que mis pueblos echen la cosa en olvido. Dispérsalos con tu poder, y abátelos, ¡oh Señor!, protector mío. •
[12] Por causa del crimen de su boca, por las palabras que profirieron sus labios, y sean ellos mismos presa de su propia soberbia. Y por su blasfemia y horrenda mentira serán inflamados. •
[13] En el día de la desolación serán enviados a la perdición, por la ira de Dios, que los consumirá, y quedarán exterminados. Entonces sabrán que Dios reinará sobre Jacob hasta en los últimos términos de la tierra. •
[14] Retornarán a sus casas oír por la tarde, y estarán hambrientos como perros, y andarán dando vueltas en torno de la ciudad. •
[15] Se esparcirán para buscar de comer; y si no pudieren hartarse, entonces murmurarán. •
[16] Entretanto cantaré yo tu poder, y al amanecer celebraré con júbilo tu misericordia; porque has sido mi defensa y amparo en el día de mi tribulación. •
[17] ¡Oh protector mío!, a ti cantaré salmos; pues tú oh Dios, eres mi asilo; ¡Dios mío, misericordia mía! •