logo burning flame
homeEditions
logo burning flame

Salmos, 40


add another edition

[1] Bienaventurado aquel que piensa en el necesitado y en el pobre; el Señor le librará en el día aciago.

[2] Guárdelo el Señor, y confórtelo y hágalo feliz en la tierra, y no lo entregue a discreción de sus enemigos.

[3] Consuélelo el Señor cuando se halle postrado en el lecho de su dolor; tú mismo, Señor, lo sostenías en su cama en su enfermedad.

[4] En cuanto a mí dije: Señor, ten lástima de mí; sana mi alma, porque pequé contra ti.

[5] Prorrumpían mis enemigos en imprecaciones contra mí: ¿Cuándo morirá éste, decían, y se acabará su memoria?

[6] Que si alguno entraba a visitarme, hablaba con mentira, tramando en su corazón iniquidades. Salíase afuera y se confabulaba

[7] con los otros. Susurraban contra mí todos mis enemigos; todos conspiraban para acarrearme males.

[8] Sentencia inicua pronunciaron contra mí. Mas, ¿por ventura el que duerme no volverá a levantarse?

[9] Lo que más es, un hombre con quien vivía yo en dulce paz, de quien yo me fiaba, y que comía de mi pan, ha urdido una gran traición contra mí.

[10] Pero tú, Señor, ten piedad de mí y levántame, que yo les daré a ellos su merecido.

[11] En esto habré conocido que tú me amas; pues no tendrá mi enemigo que holgarse a costa mía.

[12] Porque tú me has tomado bajo tu protección a causa de mi inocencia, y me has puesto en lugar seguro ante tu acatamiento por toda la eternidad.

[13] Bendito sea el Señor Dios de Israel por los siglos de los siglos. ¡Amén! ¡Amén!

Salmos, 40