Salmos, 126
[1] Si el Señor no es el que edifica la casa, en vano se fatigan los que la fabrican. Si el Señor no guarda la ciudad, inútilmente se desvela el que la guarda. •
[2] En vano será levantaros antes de amanecer; levantaos después de haber descansado, y acudid al Señor los que coméis pan de lágrimas. Mientras concede Dios el sueño y el reposo a sus amados, •
Si Dios no bendice vuestras fatigas, en vano madrugáis a buscar vuestro sustento.
[3] he aquí que les viene del Señor la herencia, los hijos, las ganancias y las crías de los ganados. •
[4] Como las flechas en mano de un hombre robusto, así los hijos de los justos atribulados. •
Son la defensa de sus padres.
[5] Dichoso aquel varón que ve cumplidos sus deseos con respecto a sus hijos; no quedará confundido cuando hubiera de tratar con sus enemigos en las puertas o tribunales. •