Salmos, 123
[1] A no haber estado el Señor con nosotros, confiéselo ahora Israel, •
[2] a no haber estado el Señor a favor nuestro, cuando arremetieron las gentes contra nosotros
[3] nos hubieran sin duda tragado vivos. •
[4] Nos habrían infaliblemente sumergido las aguas, cuando se inflamó su furor contra nosotros.
[5] Pero ha vadeado nuestra alma el torrente. Seguramente no hubiera podido vadear unas aguas tan profundas. •
Sin el socorro del Señor. La comunidad reconoce que la liberación es obra de Dios.
[6] Bendito sea el Señor, que no permitió que fuésemos presa de sus rabiosos dientes. •
[7] Nuestra alma, o vida, escapó cual pájaro del lazo de los cazadores; fue roto el lazo, y nosotros quedamos libres. •
[8] Nuestro socorro viene del Nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra. •