Salmos, 109
[1] El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, mientras que yo pongo a tus enemigos por tarima de tus pies. •
Este salmo es uno de los más breves, comentados y controvertidos. Las interpretaciones buscan definir quién es el Tú, que puede ser un rey histórico del antiguo testamento sin precisar su identidad. El nuevo testamento y el cristianismo le dan una interpretación mesiánica, siguiendo al judaísmo tardío y lo refiere a Jesús como Mesías. Mt. 22, 44; 26, 64; Act. 2, 34; 1Co. 15, 25; Hb. 1, 13; 5, 6; 1Pe. 3, 22.
[2] De Sión hará salir el Señor el cetro de tu poder; domina tú en medio de tus enemigos. •
[3] Contigo está el principado el día de tu poderío, en medio de los resplandores de la santidad; de mis entrañas te engendré, antes de existir el lucero de la mañana. •
[4] Juró el Señor, y no se arrepentirá, y dijo: Tú eres sacerdote sempiterno, según el orden de Melquisedec. •
Prerrogativas sacerdotales asociadas a Melquisedec. Gn. 14, 17-20; Hb. 7, 17.
[5] El Señor está a tu diestra; en el día de su ira destrozó a los reyes. •
[6] Ejercerá su juicio en medio de las naciones; consumará su ruina, y estrellará contra el suelo las orgullosas cabezas de muchísimos. •
[7] Beberá del torrente durante el camino, por eso levantará su cabeza. •
Y será glorificado y a su nombre se postrarán todas las criaturas en el cielo y en la tierra.