Mateo, 4
[1] En aquella sazón, Jesús fue conducido del espíritu de Dios al desierto, para que fuese tentado allí por el diablo. •
El texto griego habla del Espíritu que bajó sobre Jesús, a manera de paloma.
[2] Y después de haber ayunado cuarenta días con cuarenta noches, tuvo hambre. •
[3] Entonces, acercándose el tentador, le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que esas piedras se conviertan en panes. •
[4] Mas Jesús le respondió: Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra o disposición que sale de la boca de Dios. •
[5] Después de esto lo transportó el diablo a la santa ciudad de Jerusalén , y lo puso sobre lo alto del templo; •
[6] y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo; pues está escrito: Que te ha encomendado a sus ángeles, los cuales te tomarán en las palmas de sus manos para que tu pie no tropiece contra alguna piedra. •
[7] Le replicó Jesús : También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios. •
[8] Todavía le subió el diablo a un monte muy encumbrado, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. •
[9] Y le dijo: Todas estas cosas te daré si, postrándote delante de mí, me adorares. •
[10] Le respondió entonces Jesús : Apártate de ahí, Satanás; porque está escrito: Adorarás al Señor Dios tuyo, y a él solo servirás. •
[11] Y con esto le dejó el diablo; y he aquí que se acercaron los ángeles y le servían. •
[12] Oyendo después Jesús que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea. •
[13] Y dejando la ciudad de Nazaret, fue a morar en Cafarnaúm, ciudad marítima en los confines de Zabulón y Neftalí; •
[14] con que vino a cumplirse lo que dijo el profeta Isaías:
[15] El país de Zabulón y el país de Neftalí, por donde se va al mar de Tiberíades a la otra parte del Jordán, la Galilea de los gentiles, •
[16] este pueblo que yacía en las tinieblas, ha visto una luz grande: Luz que ha venido a iluminar a los que habitan en la región de las sombras de la muerte. •
[17] Desde entonces empezó Jesús a predicar y decir: Haced penitencia, porque está cerca el reino de los cielos. •
[18] Caminando un día Jesús por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando la red en el mar (pues eran pescadores) •
[19] y les dijo: Seguidme a mí, y yo os haré pescadores de hombres. •
[20] Al instante los dos, dejadas las redes, lo siguieron.
[21] Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, remendando sus redes en la barca con Zebedeo su padre, y los llamó; •
[22] Ellos también al punto, dejadas las redes y a su padre, lo siguieron.
[23] E iba Jesús recorriendo toda la Galilea, enseñando en sus sinagogas y predicando la buena nueva del reino celestial, y sanando toda dolencia y toda enfermedad en los del pueblo; •
[24] con lo que corrió su fama por toda la Siria, y le presentaban todos los que estaban enfermos y acosados de varios males y dolores agudos, los endemoniados, los epilépticos, los paralíticos; y los curaba. •
[25] Y le iba siguiendo mucha gente de Galilea, y Decápolis, y Jerusalén , y Judea, y de la otra parte del Jordán. •