Job, 3
[1] Después de esto abrió Job su boca, y echó la maldición al día de su nacimiento , •
Expresiones semejantes no conllevan la pérdida de la resignación a la voluntad divina. Je. 20, 14; Hc. 1, 2.
[2] hablando de esta manera:
[3] Perezca, mal haya, el día en que nací y la noche en que se dijo por mí: Concebido queda un varón. •
[4] Conviértase aquel día en tinieblas; no haga Dios cuenta de él desde lo alto; ni sea con luz alumbrado;
[5] oscurézcanle las tinieblas, y la negra sombra de la muerte; cúbrale densa niebla y sea envuelto en amargura;
[6] corra en aquella noche un tenebroso torbellino; no se mencione ella entre los días del año, ni se cuente entre los meses;
[7] sea la tal noche solitaria o estéril, y no se considere digna de cantares o regocijos; •
[8] maldíganla los que aborrecen el día en que nacieron, que están prontos a provocar a Leviatán; •
[9] oscurezcan sus tinieblas las estrellas de esta noche; espere la luz, y nunca jamás la vea, ni el albor de la naciente aurora, •
[10] ya que no cerró el claustro del vientre que me llevaba, y no apartó de mis ojos la vista de estos males. •
La forma poética es de queja o lamentación.
[11] ¿Por qué no morí yo en las entrañas de mi madre; o salido a luz no perecí luego? •
[12] ¿Para qué al nacer me acogieron en el regazo? ¿Para qué me arrimaron al pecho a fin de que mamase? •
[13] Pues yo ahora estaría durmiendo en el silencio de la muerte; y en este mi sueño lograría reposo, •
[14] al lado de con los reyes y potentados de la tierra, que fabrican para sí edificios en lugares solitarios; •
[15] o con los príncipes que amontonan oro y llenan de plata sus casas; •
[16] o bien como un aborto, que luego lo esconden y apartan de la vista, yo no subsistiera, o como los que después de concebidos no llegaron a ver la luz. •
[17] Allá en el sepulcro cesa por fin el gran ruido que mueven los impíos; allí es donde vienen a descansar los de las fuerzas cansadas, •
[18] y allí están sin sufrir ya molestia alguna, ni oír la voz del cruel capataz, aquellos que en otro tiempo estaban juntos con grillete. •
[19] Allí están el pequeño y el grande; allí el esclavo libre ya de su amo.
Allí todos son iguales.
[20] ¿Por qué razón fue concedida la luz a un desdichado, y la vida a los que la pasan como yo, en amargura de ánimo?
[21] Los cuales están esperando la muerte, la que no acaba de llegar, como esperan los que cavan en busca de un tesoro; •
[22] y se sienten transportados de gozo al hallar el sepulcro. •
[23] ¿Por qué se concedió la vida a un hombre como yo, que no ve el camino por donde anda; habiéndole Dios cercado todo de tinieblas? •
[24] Suspiro antes de tomar alimento, y suenan mis rugidos como las aguas que rompen los diques e inundan. •
[25] Por cuanto me ha sucedido lo que yo me temía, se han verificado mis recelos. •
[26] ¿Acaso no disimulé, no callé, no aguanté con paciencia? Y sin embargo, la indignación de Dios ha descargado sobre mí. •