Job, 17
[1] Mi espíritu se va extenuando; se acortan mis días, y sólo me resta el sepulcro. •
[2] Yo no he delinquido, y con todo mis ojos no ven sino amarguras. •
[3] Líbrame, oh Señor, y ponme a tu lado, y pelee contra mí la mano de quien quiera. •
[4] Tú has alejado la sabiduría del corazón de éstos; por tanto no serán ensalzados. •
[5] El uno promete ya los despojos de la victoria a sus compañeros; mas los ojos de sus hijos se consumirán. •
[6] El me ha hecho la fábula del vulgo, y soy a sus ojos un escarmiento. •
[7] Por el gran pesar he perdido la luz de mis ojos, y los miembros de mi cuerpo han quedado casi aniquilados. •
Su miseria provoca escándalo.
[8] Se pasmarán los justos de esto que me pasa, y el inocente se irritará contra el hipócrita. •
[9] Como quiera, el justo proseguirá su camino, y el que obra bien se fortalecerá más en el bien obrar.
[10] Por tanto, arrepentíos todos vosotros, y venid y veréis que no hallaré entre vosotros ninguno verdaderamente sabio. •
[11] Mas, ¡ay!, se fueron mis días felices; se disiparon como humo todos mis designios, dejando en tormento mi corazón. •
[12] Ellos han convertido para mí la noche en día; y después de las tinieblas espero ya de nuevo con ansia que venga la luz. •
[13] Aun cuando yo sufra con paciencia, el sepulcro será luego mi casa, y tengo ya preparado mi lecho en las tinieblas. •
[14] He dicho a la podredumbre: Tú eres mi padre; y a los gusanos: Vosotros sois mi madre y mi hermana. •
[15] Según esto, ¿qué esperanza es la que me queda? ¿Y quién es el que toma en consideración mi paciencia? •
[16] Todas mis cosas tendrán fin, y descenderán a lo más hondo del sepulcro; ¿crees tú que al menos allí tendré yo reposo? •