Genesis, 49
[1] Llamó luego Jacob a sus hijos, y les dijo: Juntaos todos aquí, a fin de que os anuncie las cosas que han de sucederos en los días venideros. •
[2] Reuníos y oíd, hijos de Jacob ; escuchad a Israel, vuestro padre:
[3] Rubén, primogénito mío, tú, la fortaleza mía, y el principio de mi dolor, debías ser el más favorecido en los dones y el más grande en autoridad, •
[4] pero te derramaste como agua; porque subiste al lecho de tu padre y profanaste su tálamo. •
El primogénito tenía una autoridad similar a la de un príncipe sobre sus hermanos, pero aquí vemos transferidos estos derechos a José en razón de la falta de Rubén. Dt. 33, 6; Gn. 27, 29; 35, 22; 1Pa. 5, 1.
[5] Simeón y Leví, hermanos en el crimen, instrumentos belicosos de iniquidad. •
[6] No permita Dios que tenga yo parte en sus designios, ni empañe mi gloria uniéndome con ellos; porque en los homicidios demostraron su furor, y en la destrucción de una ciudad su venganza. •
[7] Maldito su furor, porque es pertinaz; y su saña, porque es inflexible; yo los dividiré en Jacob , y los esparciré por las tribus de Israel. •
Gn. 34, 25. Js. 19, 1; 21, 1.
[8] ¡Oh Judá! A ti te alabarán tus hermanos; tu mano pondrá bajo el yugo a tus enemigos; adorarte han los hijos de tu padre. •
De esta tribu nacieron David, Salomón y demás reyes, Zorobabel y finalmente Jesucristo. 9. 1Pa. 5, 2.
[9] Tú, Judá, eres un joven y robusto león; tras la presa corriste, hijo mío; después para descansar, te has echado cual león y a manera de leona. ¿Quién osará despertarle? •
[10] EL CETRO NO SERA QUITADO DE JUDA, ni de su posteridad el caudillo, hasta que venga el que ha de ser enviado, y éste será la esperanza de las naciones. •
En estas palabras hay una profecía del Mesías y una época infalible de su venida. Consta eso de la tradición, no sólo de la Iglesia cristiana, sino también de la Sinagoga. Así vemos que la tribu de Judá gozó siempre de especial preeminencia sobre las otras. Nm. 10, 14; - 11, 3; Jos 16. Después del retorno de la cautividad de Babilonia tuvo tal predominio, que dio nombre a toda la nación de los hebreos, pues los restos de las demás tribus se unieron e incorporaron en la de Judá. Sus magnates tuvieron la autoridad superior en el sanedrín, aunque limitada por los romamos. Así puede decirse siempre que el cetro, o autoridad suprema, quedó en Judá hasta que vino Jesucristo. Mt. 2, 6; Jo. 1, 45.
[11] El Mesías o Enviado ligará a la viña su pollino, y a la cepa, ¡oh, hijo mío!, su asna. Lavará en vino su vestido, y en sangre de las uvas su manto. •
El Mesías atará con el vínculo de la fe al pueblo gentil (su pollino), a su Iglesia (la viña) y al pueblo judío, (su asna por la costumbre al yugo) a su propia persona, que es la vid verdadera reuniendo en su Iglesia al pueblo gentil y al judío, lavados en la sangre de Cristo. Jn. 15, 1.
[12] Sus ojos son más hermosos que el vino, y sus dientes más blancos que la leche. •
Expresiones que significan la soberana belleza de Jesucristo, especialmente después de la resurrección.
[13] Zabulón habitará en la ribera del mar; y donde aportan las naves extendiéndose hasta Sidón. •
Doscientos años antes de la conquista de la tierra de Canaán predice Jacob el lugar que le tocará en suerte a sus descendientes.
[14] Isacar será para el trabajo, como asno robusto; se mantendrá en sus términos. •
Homero comparaba a uno de sus héroes con un asno, por su fortaleza y paciencia en los trabajos.
[15] Consideró que el reposo o sosiego era una cosa buena: y que su terreno es excelente; y ha arrimado su hombro al trabajo, y sujetándose a pagar tributos.
[16] Dan será juez de su pueblo, a la manera de cualquier otra tribu de Israel. •
[17] Venga a ser Dan como una culebra en el camino, como un ceraste o áspid en la senda, que muerde la uña o pie del caballo, para que caiga de espaldas el jinete. •
[18] Yo, Señor, aguardaré TU SALUD. •
La salud que nos traerá tu Enviado.
[19] Gad, armado de todo punto, irá peleando a la vanguardia de Israel; y él mismo se dispondrá para volver hacia atrás. •
[20] El pan de Aser es mantecoso o excelente, y servirá de regalo a los reyes. •
[21] Neftalí sera como un ciervo que se ve suelto, y la gracia se derramará sobre sus labios. •
[22] Hijo que va en auge José; hijo que siempre va en auge, y de hermoso aspecto; las doncellas corrieron sobre los muros para mirarle. •
Es decir, José crecerá y se multiplicará más y más. Jacob desahoga su afecto al bendecir a José, que es figura de Jesucristo en las penas y en las glorias. También profetiza el ardor con que las naciones irán en pos de Jesucristo. Sal 45 (44); 1. Cro 5, 1.
[23] Pero antes le causaron amarguras y le armaron pendencias, y le miraron con mortal envidia sus hermanos armados de flechas.
[24] Apoyó su arco o su confianza en el fuerte Dios, y fueron desatadas las cadenas de sus brazos y manos por la mano del todopoderoso Dios de Jacob de donde salió para pastor y piedra fundamental de Israel. •
[25] ¡Oh hijo mío! El Dios de tu padre será tu auxiliador, y el Omnipotente te llenará de bendiciones de lo alto del cielo, de bendiciones de los manantiales de aguas abundantes de acá abajo, de bendiciones de leche y de fecundidad. •
[26] Las bendiciones que te da tu padre Jacob sobrepujan las bendiciones de sus progenitores, hasta que venga el DESEADO de los collados eternos. Recaigan estas bendiciones sobre la cabeza de José, sobre la cabeza del Nazareno o escogido entre sus hermanos. •
[27] Benjamín, lobo rapaz, por la mañana devorará la presa, y por la tarde repartirá los despojos. •
Se describe el natural indómito y fiero de la tribu de Benjamín.
[28] Todos éstos son los caudillos de las doce tribus de Israel. Estas cosas les anunció su padre, bendiciendo a cada uno con su bendición peculiar. •
[29] Finalmente les dio este mandamiento: Yo voy a reunirme con los antepasados míos; enterradme con mis padres en la cueva doble, que está situada en el campo de Efrón heteo, •
[30] enfrente de Mambre, en la tierra de Canaán; la cual compró Abrahán con el campo de Efrón heteo, para tener allí su sepultura. •
[31] Allí le sepultaron a él y a su esposa Sara; allí fue sepultado Isaac con Rebeca, su esposa; allí también yace enterrada Lía.
[33] Concluidos estos encargos e instrucciones a sus hijos, recogió sus pies sobre la cama, y expiró; y fue a reunirse con su pueblo.