Genesis, 22
[1] Después que pasaron estas cosas, probó Dios a Abrahán, y le dijo: Abrahán, Abrahán. Y respondió él: Aquí me tenéis Señor. •
Las circunstancias de esta prueba de la fe y obediencia de Abrahán hacen creer que Dios ordenaba este suceso para que fuese una figura de nuestro divino Salvador Jesús, inmolado en la cruz.
[2] Le dijo: Toma a Isaac, tu hijo único a quien tanto amas, y ve a la tierra de visión, y allí me lo ofrecerás en holocausto sobre uno de los montes que yo te mostraré. •
Monte llamado por eso Moria, esto es, Visión. Allí fue después edificada Jerusalén y en una de cuyas colinas estuvo el Calvario.
[3] Levantándose, pues, Abrahán antes del alba, aparejó su asno, llevando consigo dos mozos, y a Isaac su hijo. Y cortada la leña para el holocausto, se encaminó al lugar que Dios le había mandado. •
[4] Al tercer día de camino, alzando los ojos divisó el lugar a lo lejos.
[5] Y dijo a sus mozos: Aguardad aquí con el jumento: que yo y mi hijo subiremos allá arriba con presteza, y acabada nuestra adoración, volveremos luego a vosotros. •
Abrahán, fiado en las promesas de Dios sobre Isaac, creía que poderoso era Dios para resucitar a Isaac. Hb. 11, 19.
[6] Tomó también la leña del holocausto, y la cargó sobre su hijo Isaac, y él llevaba en las manos el fuego y el cuchillo. Caminando así los dos juntos,
Viva imagen de Jesucristo cargado con la cruz.
[7] dijo Isaac a su padre: Padre mío. Y él respondió: ¿Qué quieres, hijo? Veo, dice, el fuego y la leña: ¿dónde está la víctima del holocausto? •
[8] A lo que respondió Abrahán: Hijo mío, Dios sabrá proveerse de víctima para el holocausto. Continuaron, pues, juntos su camino:
[9] Y finalmente llegaron al lugar que Dios le había mostrado, en donde erigió un altar, y acomodó encima la leña; y habiendo atado a Isaac su hijo, le puso en el altar sobre el montón de la leña. •
Tendría Isaac unos veinticinco años, por tanto fue atado con pleno consentimiento, por lo que se convierte en figura de Cristo y su sacrificio en la cruz.
[10] Y extendió la mano, y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo. •
[11] Cuando he aquí que de repente el ángel del Señor gritó del cielo, diciendo: Abrahán, Abrahán. Aquí me tienes, respondió él.
[12] No extiendas tu mano sobre el muchacho, prosiguió el ángel, ni le hagas daño alguno: que ahora me doy por satisfecho que temes a Dios, pues no has perdonado a tu hijo único por amor de mí o por obedecerme. •
[13] Alzó Abrahán los ojos, y vio detrás de sí un carnero enredado por las astas en un zarzal, y habiéndole cogido le ofreció en holocausto en vez del hijo. •
[14] Y llamó este lugar Moria, esto es, el Señor ve y provee. De donde hasta el día de hoy se dice: En el monte el Señor verá y proveerá. •
[15] Llamó el ángel del Señor por segunda vez desde el cielo a Abrahán, diciendo:
[16] Por mí mismo he jurado, dice el Señor, que en vista de que has hecho esta acción, y no has perdonado a tu hijo único por amor de mí, •
Hb. 6, 13, 17.
[17] Yo te llenaré de bendiciones, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y como la arena que está en la orilla del mar; tu posteridad poseerá las ciudades de sus enemigos, •
[18] y en un descendiente tuyo SERAN BENDITAS todas las naciones de la tierra, porque has obedecido a mi voz. •
Gn. 12, 3; 13, 15; 26, 4.
[19] Se volvió Abrahán a sus criados, y se fueron juntos a Bersabee, en donde habitó.
[20] Después de estas cosas, tuvo Abrahán noticia de que Melca también había parido hijos a Nacor su hermano: •
[21] Hus el primogénito, y Buz hermano de éste, y Camuel padre de los siros, •
[22] y Cased, y Azau, Feldas también y Jedlaf,
[23] y en fin Batuel de quien nació Rebeca: estos ocho parió Melca a Nacor, hermano de Abrahán.
[24] Una mujer segunda llamada Roma, le parió también a Tabel, Gaam, Taas y Maaca. •