Deuteronomio, 13
[1] Si en medio de tu pueblo se presentare un profeta, o quien diga haber tenido alguna visión en sueños, y pronosticase alguna señal o prodigio, •
[2] y sucediendo lo que predijo, te dijere: Vamos y sigamos a los dioses ajenos que no conoces, y sirvámosles: •
[3] no escucharás las palabras de aquel profeta o forjador de sueños; porque el Señor Dios vuestro os prueba para que se haga patente si le amáis o no con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. •
No se debe oír a nadie cuya doctrina aparte a los hombres del culto del verdadero Dios y de la observancia de sus preceptos.
[4] Seguid al Señor Dios vuestro, y temedle, y guardad sus mandamientos, y oíd su voz: a él habéis de servir, y con él debéis estrecharos. •
[5] Pero aquel profeta o fingidor de sueños será castigado de muerte; porque trató de apartaros del Señor Dios vuestro que os sacó de la tierra de Egipto, y redimió del estado de servidumbre, para desviaros del camino que tu Señor Dios te ha enseñado; y así arrancarás el mal de en medio de ti. •
[6] Si un hermano tuyo, un hijo de tu madre, si tu hijo o tu hija, o tu mujer que es la prenda de tu corazón, o el amigo a quien más amas como a tu misma alma, quisiere persuadirte, y te dijere en secreto: Vamos y sirvamos a los dioses ajenos no conocidos de ti ni de tus padres, •
[7] dioses de las naciones que te rodean, vecinas o lejanas, de un cabo del mundo al otro, •
[8] no condesciendas con él, ni lo oigas, ni la compasión te mueva a tenerle lástima y a encubrirlo;
[9] sino que al punto lo matarás. Tú serás el primero en alzar la mano contra él, y después hará lo mismo todo el pueblo. •
[10] Muera cubierto de piedras; por cuanto intentó apartarte del culto del Señor Dios tuyo, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud;
[11] para que así oyéndolo todo Israel tema, y jamás ningún otro ose hacer cosa semejante.
[12] Si en alguna de las ciudades que tu Señor Dios te dará para habitar, oyeres a algunos que dicen: •
[13] De tu seno han salido unos hijos de Belial, y han pervertido a los vecinos de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocéis: •
[14] infórmate con cuidado: y averiguada bien la verdad del hecho, si hallares ser cierto lo que dice, y que efectivamente se ha cometido una tal abominación,
[15] inmediatamente pasarás a cuchillo a los moradores de aquella ciudad, y la arrasarás con todas las cosas que en ella haya, matando hasta las bestias. •
[16] Y todas las alhajas y muebles que hubiere los juntarás en medio de sus plazas y los entregarás a las llamas a una con la misma ciudad, de manera que todo se consuma en honor del Señor Dios tuyo; y quede la ciudad como un sepulcro y monumento sempiterno. No será jamás reedificada;
[17] ni reservarás en tu poder cosa chica ni grande de este anatema; a fin de que deponga el Señor su enojo, y se compadezca de ti, y te multiplique, como tiene jurado a tus padres que lo hará, •
[18] siempre que oyeres la voz del Señor Dios tuyo, guardando todos sus mandamientos, que yo te repito el día de hoy, para que hagas lo que es agradable a los ojos de tu Señor Dios.