Daniel, 12
[1] Y en aquel tiempo se levantará Miguel, príncipe grande, que es el defensor de los hijos de tu pueblo; porque vendrá un tiempo tal, cual nunca se ha visto desde que comenzaron a existir las naciones hasta aquel día. Y en aquel tiempo tu pueblo será salvado; lo será todo aquel que se hallare escrito en el libro. •
Ex. 32, 32; Lc. 10, 20; Ap. 3, 5; 13, 8.
El texto hebreo de Daniel termina en 12, 13. La Vulgata incluye otros relatos de Daniel tomados del texto griego de Teodoción. En Qumran se han encontrado fragmentos del ciclo de Daniel.
[2] Y la muchedumbre de aquellos que duermen o descansan en el polvo de la tierra, despertará; unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, la cual tendrán siempre delante de sí. •
[3] Mas los que hubieren sido sabios brillarán como la luz del firmamento; y como estrellas por toda la eternidad aquellos que hubieren enseñado a muchos la justicia o la virtud. •
[4] Pero tú, ¡oh Daniel!, ten guardadas estas palabras, y sella el libro hasta el tiempo determinado, muchos lo recorrerán y sacarán de él mucha doctrina. •
[5] Y yo Daniel observé, y vi como otros dos ángeles que estaban en pie uno de esta parte de la orilla del río y el otro de la otra parte. •
[6] Entonces dije a aquel varón que estaba con las vestiduras de lino y en pie sobre las aguas del río: ¿Cuándo se cumplirán estos portentos? •
[7] Y oí a aquel varón de las vestiduras de lino, que estaba en pie sobre las aguas del río, el cual habiendo alzado su diestra y su izquierda hacia el cielo, juró por aquel Señor que siempre vive, y dijo: En un tiempo, y en dos tiempos, y en la mitad de un tiempo. Y cuando se haya cumplido la dispersión de la muchedumbre del pueblo santo, entonces tendrán efecto todas estas co-sas. •
[8] Yo oí esto, mas no lo comprendí. Y dije: ¡Oh Señor mío!, ¿qué es lo que sucederá después de estas cosas? •
[9] Mas él me dijo: Anda, Daniel, que estas son cosas recónditas y selladas hasta el tiempo determinado.
[10] Muchos serán escogidos y blanqueados, y purificados como por fuego. Los impíos obrarán impíamente; ninguno de los impíos lo entenderá; mas los sabios o prudentes lo comprenderán. •
[11] Y desde el tiempo en que sea quitado el sacrificio perpetuo, y sea entronizada en el templo la abominación de la desolación, pasarán mil doscientos noventa días. •
[12] Bienaventurado el que espero y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. •
Dn. 7, 25; 12, 7; 8, 14. CAPITULO 13
[13] Mas tú, Daniel, anda hasta el término señalado; y después reposarás y te levantarás, y gozarás de tu suerte al fin de los días. •