II Samuel, 12
[1] El Señor, pues, envió Natán a David, al cual dijo Natán luego de llegado: Había dos hombres en una ciudad de tu reino, el uno rico y el otro pobre. •
Una sencilla parábola coloca a David en una posición insostenible.
[2] Tenía el rico ovejas y bueyes en grandísimo número.
[3] El pobre no tenía nada más que una ovejita que había comprado y criado, y que había crecido en su casa entre sus hijos, comiendo de su pan y bebiendo en su vaso, y durmiendo en su seno, y la quería como si fuese una hija suya. •
[4] Mas habiendo llegado un huésped a casa del rico, no quiso éste tocar a sus ovejas, ni a sus bueyes para dar el convite al forastero que le había llegado; sino que quitó la ovejita al pobre, y la aderezó para dar de comer al huésped que tenía en casa. •
[5] Oído esto, David, altamente indignado contra aquel hombre, dijo a Natán: Vive Dios que hombre que tal hizo es reo de muerte.
[6] Pagará cuatro veces la oveja, por haber hecho ese atentado, y no haber tenido consideración al pobre. •
[7] Dijo entonces Natán a David: Ese hombre eres tú. Esto es lo que dice el Señor Dios de Israel: Yo te ungí rey de Israel, y te libré de la mano de Saúl. •
[8] Te di la casa de tu señor, y puse a tu arbitrio sus mujeres; te hice dueño también de la casa de Israel y de Judá; y si esto es poco, te añadiré aun cosas mucho mayores. •
[9] ¿Cómo, pues, has vilipendiado mi palabra, haciendo el mal delante de mis ojos? A Urías, heteo, le hiciste perder la vida, y has tomado su mujer para mujer tuya, matándole a él con la espada de los hijos de Amón.
[10] Por lo cual no se apartará jamás de tu casa la espada de la muerte, porque me has despreciado y has quitado la mujer a Urías, heteo, para que fuese mujer tuya. •
[11] He aquí, pues, lo que dice el Señor: Yo haré salir de tu propia casa los desastres contra ti, y te quitaré tus mujeres delante de tus ojos, se las daré a otro, el cual dormirá con ellas a la luz de este sol. •
[12] Porque tú has cometido el pecado ocultamente; pero yo haré esto que digo a vista de todo Israel y a la luz misma del sol. •
[13] Dijo David a Natán: Pequé contra el Señor. Le respondió Natán: También el Señor, que ve tu dolor, te ha perdonado el pecado. No morirás. •
David acepta su pecado y recibe el castigo anunciado.
[14] Pero como tú has sido causa de que los enemigos del Señor hayan blasfemado contra él, el hijo que te ha nacido del adulterio, morirá irremisiblemente. •
[15] Dicho esto, se retiró Natán a su casa. En efecto, el Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y fue desahuciado. •
[16] No obstante, David rogó al Señor por el niño, y ayunó con rigor extremado; y retirándose aparte se estuvo postrado en tierra. •
[17] Fueron a él los más ancianos o principiantes de sus domésticos, para obligarle a fuerza de ruegos a que se levantase del suelo; mas él no quiso hacerlo, ni tomar con ellos alimento.
[18] Murió el día séptimo el infante, y los criados de David temían darle la noticia de la muerte, porque decían: Si cuando aún el niño vivía, le hablábamos y no quería escucharnos, ¿cuánto más se afligirá ahora, si le decimos que el niño ha muerto? •
[19] David observando que sus criados andaban en murmullos, conoció ser muerto el niño; y así les dijo: ¿Es que ha muerto ya el niño? Y respondieron: Ha muerto.
[20] Entonces David se levantó del suelo; se lavó y se ungió; y mudando de ropa, entró en la casa del Señor, y lo adoró. Pasando después a su palacio, pidió que le pusiesen la mesa, y comió.
[21] Y le dijeron sus criados: ¿De qué provendrá esto? Tú ayunabas y llorabas por el niño cuando aún vivía, y ahora que ha muerto, te has levantado y has comido.
[22] Les respondió David: He ayunado y llorado por el niño mientras vivía, porque decía yo: ¿Quién sabe si el Señor me lo dejará, y quedará con vida el niño?
[23] Mas ahora que ya ha muerto, ¿a qué fin he de ayunar? Por ventura ¿podré restituirle a la vida? Antes bien iré yo a él; pero él no volverá a mí. •
[24] Consoló después David a Betsabé, su esposa; y estuvo, y durmió con ella; la cual le dio un hijo, a quien David puso por nombre Salomón , y a quien amó el Señor. •
El nacimiento de Salomón restablece la paz en la casa de David.
[25] Y por medio del profeta Natán le puso también el nombre de Amado del Señor, en atención al amor que el Señor le tenía. •
[26] Entretanto prosiguió Joab el asedio de Rabbat de los amonitas; y estando para dar el asalto a esta ciudad regia,
[27] remitió correos a David, diciendo: He combatido a Rabbat, y está para ser tomada la ciudad de las aguas. •
[28] Junta, pues, ahora el resto del ejército, y ven a batir la ciudad y tomarla; a fin de que, conquistándola yo, no se me atribuya a mí el honor de la victoria. •
[29] Juntó, pues, David todas las tropas, y marchó contra Rabbat, y la tomó por asalto.
[30] Y quitó de la cabeza de su rey la corona, que pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosísimas; la cual fue puesta sobre la cabeza o trono de David. Además de esto, llevó de la ciudad muchísimos despojos. •
[31] A los habitantes los sacó fuera, y mandó que unos fuesen aserrados, haciendo pasar sobre otros narrias o carros con ruedas de hierro, y despedazarlos con cuchillos y arrojarlos en los hornos de ladrillos. Así trató a todas las ciudades de los amonitas. En seguida volvió David con todo su ejército a Jerusalén . •