I Reyes, 21
[1] Después de estas cosas sucedió en aquel tiempo que Nabot, jezraelita, tenía en Jezrael una viña cerca del palacio de Acab, rey de Samaria. •
[2] Habló, pues, Acab a Nabot, diciendo: Dame tu viña para hacerme una huerta, estando como está vecina y contigua a mi palacio, y en cambio de ella te daré otra viña mejor, o si te tiene más cuenta, su justo precio en dinero. •
[3] Le respondió Nabot: Dios me libre de darte yo la heredad de mis padres. •
Y de violar la ley que lo prohíbe. La ley prohibía la venta perpetua de las posesiones. Lv. 25, 23.
[4] Se fue Acab a su casa indignado y bramando de cólera por la respuesta que le había dado Nabot, jezraelita diciendo: No te doy yo la heredad de mis padres. Y echándose sobre su cama, volvió su rostro hacia la pared, y no quiso comer nada. •
[5] Entró a verle Jezabel, su mujer, y le dijo: ¿Qué es esto? ¿Qué motivo tienes para estar triste? ¿Y por qué no quieres comer?
[6] Le respondió: He hablado a Nabot, jezraelita, y le he dicho: Dame tu viña a dinero contante, o si quieres, yo te daré en cambio de ella otra viña mejor. A lo que me ha contestado: No te doy yo mi viña.
[7] Entonces le dijo Jezabel, su mujer: ¡Vaya que es grande tu autoridad, y sí que gobiernas bien el reino de Israel! Levántate y toma alimento, y sosiega tu ánimo que yo te daré la viña de Nabot, jezraelita. •
[8] A este fin escribió ella una carta en nombre de Acab, sellándola con el sello real; y la envió a los ancianos y a los principales de aquella ciudad, vecinos de Nabot. •
[9] La sustancia de la carta era esta: Promulgad un ayuno, y haced sentar a Nabot entre los principales del pueblo, •
[10] y sobornad a dos hombres, hijos de Belial, que digan contra él este falso testimonio: Ha blasfemado contra Dios y contra el rey. Después sacadle fuera, y apedreadle hasta que muera. •
[11] Los ancianos y principales de la ciudad, conciudadanos de Nabot y que vivían con él, lo hicieron puntualmente conforme había mandado Jezabel, y según el contenido de la carta que les había enviado.
[12] Promulgaron el ayuno, y a Nabot lo hicieron sentar entre los primeros del pueblo.
[13] Y habiendo introducido a dos hombres, hijos del diablo, los hicieron sentar enfrente de Nabot, los cuales, al fin como hombres diabólicos, atestiguaron contra él en presencia del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado contra Dios y contra el rey. En vista de este testimonio lo sacaron fuera de la ciudad, y lo mataron a pedradas. •
[14] Enviaron luego a decir a Jezabel: Nabot ha sido apedreado y muerto.
[15] Luego que supo Jezabel que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Acab: Anda y toma posesión de la viña de Nabot, jezraelita, que no quiso complacerte, y dártela por dinero contante; puesto que ya no vive Nabot, sino que ha muerto.
[16] Así que oyó Acab la muerte de Nabot, se puso en camino, y bajaba a la viña de Nabot, jezraelita, para tomar posesión de ella. •
[17] Mas el Señor habló a Elías, tesbita, diciendo:
[18] Marcha y sal al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; sábete que va a la viña de Nabot para tomar posesión de ella.
[19] Pero tú le has de hablar en estos términos: Esto dice el Señor: Cometiste un homicidio, y tras de esto vas a usurpar la viña del muerto. A lo que añadirás después: He aquí lo que dice el Señor: En este lugar en que los perros lamieron la sangre de Nabot, en el mismo lamerán también tu sangre. •
Acab se arrepintió de sus pecados y la predicción se cumplió en su hijo Joram. 1Rs. 12, 38; 2Rs. 4, 25.
[20] Le dijo Acab: ¿Por ventura me tienes por enemigo tuyo, para que así vaticines contra mí? Sí te tengo por tal, respondió Elías; porque te has prostituido a hacer la maldad delante del Señor. •
[21] He aquí que yo lloveré sobre ti desastres, y extirparé tu posteridad, y no dejaré de la casa de Acab alma viviente, matando hasta los perros y a todos los tuyos en Israel desde el mayor hasta el menor. •
[22] Yo asolaré tu casa como la de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la de Baasa, hijo de Ahías; porque tú no has hecho sino provocar mi ira, y has hecho pecar a Israel. •
[23] E igualmente ha hablado el Señor contra Jezabel, diciendo: Los perros se comerán a Jezabel en el campo de Jezrael. •
[24] Si muriere Acab en la ciudad, se lo comerán los perros; si muriere en el campo, lo devorarán las aves del cielo. •
[25] Lo cierto es que no hubo jamás otro tal como Acab; el cual se prostituyó o se vendió para obrar lo malo delante del Señor; porque lo instigó su mujer Jezabel, •
Entre los reyes de Israel.
[26] y se hizo abominable en tanto grado, que se iba tras los ídolos fabricados por los amorreos, a los cuales había el Señor destruido al llegar los hijos de Israel. •
[27] Mas así que Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, cubrió su carne con un cilicio, ayunó, y durmió envuelto en el saco de penitencia, y andaba cabizbajo o humillado. •
[28] Por lo que habló el Señor a Elías, tesbita, diciendo:
[29] ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues ya que por mi respeto se ha humillado, no enviaré aquellos castigos durante su vida; pero sí los enviaré sobre su casa en los días de su hijo. •