I Macabeos, 11
[1] Después de esto el rey de Egipto juntó un ejército innumerable como las arenas de la orilla del mar, y gran número de naves; y trataba con perfidia de apoderarse del reino de Alejandro y unirlo a su corona. •
[2] Entró, pues, en la Siria aparentando amistad, y las ciudades le abrían las puertas, y lo salían a recibir sus moradores pues así lo había mandado Alejandro, por cuanto era su suegro.
[3] Mas Tolomeo, así que entraba en una ciudad, ponía en ella guarnición militar.
[4] Cuando llegó a Azoto, le mostraron el templo de Dagón que había sido abrasado, y las ruinas de esta ciudad y de sus aldeas, muchos cadáveres tendidos en tierra, y los túmulos que habían hecho a lo largo del camino de los muertos en la batalla. •
[5] Y dijeron al rey que todo aquello lo había hecho Jonatás, con lo cual intentaban hacerle odiosa su presencia; mas el rey no se dio por entendido.
[6] Y salió Jonatás a recibir al rey con toda pompa en Joppe, y se saludaron, y pasaron allí la noche.
[7] Fue Jonatás acompañando al rey hasta un río llamado Eleutero, desde donde regresó a Jerusalén . •
[8] Pero el rey Tolomeo se apoderó de todas las ciudades que hay hasta Seleucia, situada en la costa del mar, y maquinaba traiciones contra Alejandro. •
[9] Y despachó embajadores a Demetrio para que le dijeran: Ven, haremos alianza entre los dos, y yo te daré mi hija desposada con Alejandro, y tú recobrarás así el reino de tu padre; •
[10] pues estoy arrepentido de haberle dado mi hija; porque ha conspirado contra mi vida. •
[11] Así lo infamaba; porque codiciaba alzarse con su reino.
[12] Al fin habiéndole quitado la hija, se la dio a Demetrio, y entonces se extrañó Alejandro, e hizo patente su malvada intención.
[13] Entró después Tolomeo en Antioquía, y ciñó su cabeza con dos diademas, la de Egipto y la de Asia. •
[14] Se hallaba a esta sazón el rey Alejandro en Cilicia, por habérsele rebelado la gente de aquellas provincias. •
[15] Pero así que supo lo ocurrido con el rey Tolomeo, marchó contra él. Ordenó también éste su tropas, y salió a su encuentro con grandes fuerzas y lo derrotó.
[16] Huyó Alejandro a Arabia, para ponerse allí a cubierto; y se aumentó así el poder de Tolomeo. •
[17] Y Zabdiel, príncipe de la Arabia, cortó la cabeza a Alejandro, y se la envió a Tolomeo. •
[18] De allí a tres días murió también el rey Tolomeo; y las tropas que estaban en las fortalezas, perdieron la vida a manos de las que estaban en el campamento. •
[19] Y entró Demetrio en posesión del reino el año ciento sesenta y siete. •
[20] Por aquellos días reunió Jonatás las milicias de la Judea para apoderarse del alcázar de Jerusalén ; a este fin levantaron contra él muchas máquinas de guerra. •
[21] Mas algunos hombres malvados, enemigos de su propia nación, fueron al rey Demetrio y le dieron parte de que Jonatás tenía sitiado el alcázar. •
[22] Irritado al oír esto, pasó al instante a Tolemaida, y escribió a Jonatás que levantase el sitio del alcázar, y viniese al punto a verse con él. •
[23] Recibida por Jonatás esta carta, mandó que se continuase el sitio; y escogiendo algunos de los ancianos o senadores de Israel, y de los sacerdotes, fue con ellos y se expuso al peligro. •
[24] Llevó consigo mucho oro y plata, ropas y varios otros regalos, y partió a presentarse al rey en Tolemaida, y se ganó su amistad.
[25] Sin embargo, algunos hombres perversos de su nación formaron nuevamente acusaciones contra Jonatás.
[26] Mas el rey lo trató como lo habían tratado sus predecesores; y le honró en presencia de todos sus amigos o cortesanos, •
[27] y lo confirmó en el sumo sacerdocio y en todos los demás honores que de antemano tenía, y lo trató como al primero de sus amigos. •
[28] Entonces Jonatás suplicó al rey que concediese franquicia de tributos a Judea, a las tres toparquías y Samaria con todo su territorio; prometiendo darle, como en homenaje, trescientos talentos. •
[29] Otorgó el rey la petición, e hizo expedir el diploma para Jonatás, en estos términos:
[30] El rey Demetrio a su hermano Jonatás y a la nación judaica, salud: •
[31] Os enviamos para conocimiento vuestro copia de la carta que acerca de vosotros hemos escrito a Lástenes, nuestro padre. Dise así: •
[32] El rey Demetrio a Lástenes, su padre, salud:
[33] Hemos resuelto hacer mercedes a la nación de los judíos, los cuales son nuestros amigos, y se portan fielmente con nosotros, a causa de la buena voluntad que nos tienen.
[34] Decretamos, pues, que toda la Judea y las tres ciudades Aférema, Lida y Ramata, de la provincia de Samaria, agregadas a la Judea, y todos sus territorios queden destinados para todos los sacerdotes de Jerusalén , en cambio de lo que el rey percibía antes de ellos todos los años por los frutos de la tierra y de los árboles. •
[35] Asimismo les perdonamos desde ahora lo demás que nos pertenecía de diezmos y tributos, y los productos de las lagunas de la sal y las coronas de oro que se nos ofrecían. •
[36] Todo lo referido se lo concedemos, todo irrevocablemente, desde ahora en adelante para siempre. •
[37] Ahora, pues, cuidad de que se saque una copia de este decreto, y entregádsela a Jonatás, para que se coloque en el monte santo de Sión en un paraje público. •
[38] Viendo después el rey Demetrio que toda la tierra estaba tranquila, y lo respetaba, sin que le quedase competidor ninguno, licenció todo su ejército, enviando a cada cual a su casa, salvo las tropas extranjeras que había asalariado de las islas de las naciones; con lo cual se atrajo el odio de todas las tropas que habían servido a sus padres. •
[39] Había entonces un cierto Trifón que había sido antes del partido de Alejandro; y viendo que todo el ejército murmuraba de Demetrio, fue a verse con Emalcuel, árabe el cual educaba a Antíoco, hijo de Alejandro. •
El rey de los árabes.
[40] Y le hizo muchas y grandes instancias para que se le entregase, a fin de hacer que ocupase el trono de su padre; le contó todo lo que Demetrio había hecho, y cómo le aborrecía todo el ejército, y se detuvo allí muchos días.
[41] Entretanto Jonatás envió a pedir al rey Demetrio que mandase quitar la guarnición que había aún en el alcázar de Jerusalén y en las otras fortalezas, porque causaban daño a Israel.
[42] Y Demetrio respondió a Jonatás: No sólo haré por ti y por tu nación lo que me pides, sino que también te elevaré a mayor gloria a ti y a tu pueblo, luego que el tiempo me lo permita.
[43] Mas ahora me harás el favor de enviar tropas a mi socorro; porque todo mi ejército me ha abandonado.
[44] Entonces Jonatás le envió a Antioquía tres mil hombres de los más valientes, por cuya llegada recibió el rey gran contento.
[45] Pero los moradores de la ciudad en número de ciento veinte mil hombres, se conjuraron y querían matar al rey.
[46] Se encerró éste en su palacio, y apoderándose los de la ciudad de las calles o avenidas, comenzaron a combatirle. •
[47] Entonces el rey hizo venir en su socorro a los judíos, los cuales se reunieron todos junto a él, y acometiendo por varias partes a la ciudad,
[48] mataron aquel día cien mil hombres, y después de saqueada le pegaron fuego, y libertaron así al rey.
[49] Al ver los sediciosos de la ciudad que los judíos se habían hecho dueños absolutos de ella, se aturdieron, y a gritos pidieron al rey misericordia, haciéndole esta súplica:
[50] Concédenos la paz, y cesen los judíos de maltratarnos a nosotros y a la ciudad. •
[51] Y rindieron las armas, e hicieron la paz. Con esto los judíos adquirieron gran gloria para con el rey y todo su reino; y habiéndose hecho en él muy célebres, se volvieron a Jerusalén cargados de ricos despojos.
[52] Quedó con esto Demetrio asegurado en el trono de su reino; y sosegado todo el país, era respetado de todos.
[53] Sin embargo, faltó a todo lo que había prometido; se extrañó de Jonatás, y bien lejos de manifestarse reconocido a los servicios recibidos, le hacía todo el mal que podía.
[54] Después de estas cosas, volvió Trifón trayendo consigo a Antíoco, que era aún niño; el cual fue reconocido por rey, y se ciñó la diadema. •
[55] Y acudieron a presentársele todas las tropas que Demetrio había licenciado; y pelearon contra Demetrio, el cual volvió las espaldas, y se puso en fuga.
[56] Se apoderó en seguida Trifón de los elefantes, y se hizo dueño de Antioquía. •
[57] Y el jovencito Antíoco escribió a Jonatás en estos términos: Te confirmo en el sumo sacerdocio y en el dominio de las cuatro ciudades, y quiero que seas uno de los amigos del rey. •
Tolemaida y las tres ciudades mencionadas antes incluyen sus respectivos distritos. 1Ma. 11, 34; 10, 39.
[58] Le envió también varias alhajas de oro para su servicio, y le concedió facultad de poder beber en copa de oro, vestirse de púrpura y de llevar la hebilla o broche de oro. •
[59] Al mismo tiempo nombró a su hermano Simón por gobernador de todo el país, desde los confines de Tiro hasta las fronteras de Egipto. •
[60] Salió luego Jonatás, y recorrió las ciudades de la otra parte del río Jordán; y todo el ejército de la Siria acudió a su auxilio, con lo que se encaminó hacia Ascalón, cuyos moradores salieron a recibirlo con grandes festejos. •
[61] Desde allí pasó a la Gaza, y sus habitantes le cerraron las puertas; por lo que le puso sitio, y quemó todos los alrededores de la ciudad, después de haberlo todo saqueado.
[62] Entonces los de Gaza pidieron capitulación a Jonatás, el cual se la concedió; y tomando en rehenes a sus hijos, los envió a Jerusalén , y recorrió en seguida todo el país hasta Damasco. •
[63] A esta sazón supo Jonatás que los generales de Demetrio habían ido con un poderoso ejército a la ciudad de Cades, situada en la Galilea, para sublevarla, con el fin de impedirle que se mezclase en adelante en los negocios del reino de Antíoco. •
[64] Y marchó contra ellos; dejando en la provincia a su hermano Simón.
[65] Entretanto éste aproximándose a Betsura, la tuvo sitiada muchos días, teniendo encerrados a sus habitantes; •
[66] los cuales pidieron al fin la paz, y se la concedió; y habiéndoles hecho desocupar la plaza, tomó posesión de ella y la guarneció.
[67] Jonatás se acercó con su ejército al lago de Genesar, y antes de amanecer llegaron a la llanura de Asor. •
[68] Y he aquí que se encontró delante del campamento de los extranjeros; quienes le habían puesto una emboscada en el monte. Jonatás fue a embestirlos de frente;
[69] pero entonces los que estaban emboscados salieron de sus puestos y cargaron sobre él.
[70] Con esto los de Jonatás echaron todos a huir, sin que quedase uno siquiera de los capitanes, excepto Matatías, hijo de Absalomi, y Judas, hijo de Calfi, comandante de su ejército. •
[71] Entonces Jonatás rasgó sus vestidos, se echó polvo sobre su cabeza, e hizo oración.
[72] En seguida volvió Jonatás sobre los enemigos; y peleó contra ellos y los puso en fuga. •
[73] Viendo esto las tropas que le habían abandonado, volvieron a unirse con él, y todos juntos persiguieron a los enemigos hasta Cades, donde tenían éstos sus campamentos, al pie de los cuales llegaron. •
[74] Murieron aquel día tres mil hombres del ejército de los extranjeros; y Jonatás se volvió a Jerusalén .