Proverbios, 31
[1] Palabras del rey Lamuel. Profecía o doctrina inspirada con que le instruyó su madre. •
El capítulo final es un cuadro ideal, que presenta a la mujer como madre y esposa
Lamuel significa uno que es de Dios.
[2] ¡Qué te diré yo, oh amado mío!; ¡qué te encomendaré, oh hijo de mis entrañas!; ¡qué, oh dulce objeto de todos mis deseos! •
[3] No entregues tu sustancia o bienes a las mujeres, ni emplees tus riquezas en lo que es la ruina de los reyes. •
[4] No quieras, ¡oh Lamuel!, no quieras dar vino a los reyes; porque no hay secreto seguro donde reina la embriaguez; •
[5] y para que no suceda que bien bebidos se olviden de administrar la justicia, y hagan traición a los hijos de la causa del pobre. •
[6] Dad la cerveza o los licores a los afligidos, y el vino a los que tienen el corazón lleno de amargura. •
[7] Beban éstos para echar en olvido su miseria y no acordarse más de su dolor. •
[8] Abre tu boca a favor del que es mudo, o no puede defenderse, y en defensa de todos los pasajeros. •
[9] Abre tu boca, decide lo que es justo, y haz justicia al desvalido y al pobre.
[10] ¿Quién hallará una mujer fuerte? De mayor estima es que todas las preciosidades traídas de lejos y de los últimos términos del mundo. •
[11] En ella pone su confianza el corazón de su marido; el cual no tendrá necesidad de botín o despojos para vivir. •
[12] Ella le acarrea el bien todos los días de su vida, y nunca el mal.
[13] Busca lana y lino, de que hace labores con la industria de sus manos. •
[14] Viene a ser como la nave de un comerciante que con la industria trae de lejos el sustento. •
[15] Se levanta antes que amanezca y distribuye las raciones a sus domésticos, y el alimento a sus criadas. •
[16] Puso la mira en unas tierras, y las compró; de lo que ganó con sus manos plantó una viña. •
[17] Se revistió de varonil fortaleza, y esforzó su brazo. •
[18] Probó, y echó de ver que su trabajo le fructifica; por tanto tendrá encendida la luz toda la noche. •
[19] Aplica sus manos a los quehaceres domésticos, aunque fatigosos, y sus dedos manejan el huso. •
[20] Abre su mano para socorrer al mendigo y extiende sus brazos para amparar al necesitado.
[21] No temerá para los de su casa los fríos y las nieves; porque todos sus domésticos traen vestidos forrados. •
[22] Se labró ella misma para sí un vestido acolchado; de lino finísimo y de púrpura es de lo que se viste. •
[23] Su esposo hará un papel brillante en las puertas o asambleas públicas, sentado entre los senadores del país. •
[24] Ella teje finísimas telas, y las vende y entrega también ricos ceñidores, o fajas, a los negociantes cananeos. •
[25] La fortaleza y el decoro son sus atavíos; y estará alegre y risueña en los últimos días. •
[26] Abre su boca con sabios discursos, y la ley de la bondad o amor gobierna su lengua. •
[27] Vela sobre los procederes de su familia; y no come ociosa el pan. •
[28] Se levantaron sus hijos, y la aclamaron dichosísima; su marido también, y la alabó diciendo: •
[29] Muchas son las hijas o esposas que han allegado riquezas; mas a todas has tú aventajado. •
[30] Engañoso es el donaire, y vana a la hermosura; la mujer que teme al Señor; esa será la celebrada. •
[31] Dadle alabanza, para que goce del fruto de sus manos, y que se celebren sus obras en la pública asamblea de los jueces. •