Mateo, 14
[1] Por aquel tiempo Herodes , el tetrarca, oyó lo que la fama publicaba de Jesús , y dijo a sus cortesanos; •
Los romanos habían dividido esos dominios en cuatro partes y a los soberanos que ponían allí como feudatarios no les permitían el nombre de rey, sino que les daban el de tetrarca, palabra griega que significa príncipe de una cuarta parte o virrey.
[2] Este es Juan el Bautista que ha resucitado de entre los muertos; y por eso resplandece tanto en él la virtud de hacer milagros. •
[3] Es de saber que Herodes prendió a Juan, y atado con cadenas lo metió en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano. •
[4] Porque Juan le decía: No te es lícito tenerla por mujer. •
[5] Y Herodes bien quería hacerle morir, pero no se atrevía por temor del pueblo; porque todos tenían a Juan por un profeta. •
[6] Mas en la celebración del cumpleaños de Herodes , salió a bailar la hija de Herodías en medio de la corte; •
[7] y gustó tanto a Herodes , que la prometió con juramento darle cualquier cosa que le pi-diese. •
[8] Con eso ella, prevenida antes por su madre: Dame aquí, dijo, en una fuente o plato, la cabeza de Juan Bautista.
[9] Se entristeció el rey. Sin embargo, en atención al juramento y a los convidados, man-dó dársela. •
[10] Y así envió degollar a Juan en la cárcel. •
[11] En seguida fue traída su cabeza en una fuente, y dada a la muchacha, que se la presentó a su madre. •
[12] Acudieron después sus discípulos a recoger el cuerpo, y lo enterraron, y fueron a dar la noticia a Jesús .
[13] Jesús , pues, habiendo oído aquello que Herodes decía de él, se retiró de allí por mar a un lugar desierto, fuera de poblado. Mas sabiéndolo las gentes, salieron de sus ciudades, siguiéndole a pie por tierra. •
[14] Y Jesús , al salir del barco, viendo tan gran gentío, se movió a lástima, y curó a sus enfermos.
[15] Al caer de la tarde, sus discípulos llegaron a él diciendo: El lugar es desierto, y la hora es ya pasada; despacha esas gentes para que vayan a las poblaciones a comprar qué comer. •
[16] Pero Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse, dadles vosotros de comer. •
[17] A lo que respondieron: No tenemos aquí más de cinco panes y dos peces . •
[18] Les dijo él: Traédmelos acá.
[19] Y habiendo mandado sentar a todos sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces , y levantando los ojos al cielo, los bendijo y partió; y dio los panes a los discípulos, y los discípulos los dieron a la gente. •
[20] Y todos comieron y se saciaron, y de lo que sobró, recogieron doce canastos llenos de pedazos. •
[21] El número de los que comieron fue de cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
[22] Inmediatamente después Jesús obligó a sus díscipulos a embarcarse e ir a esperarle al otro lado del lago, mientras despedía a los pueblos. •
[23] Y despedidos éstos se subió solo a orar en un monte, y entrada la noche se mantuvo allí solo. •
[24] Entretanto la barca estaba en medio del mar, batida reciamente de las olas, por tener el viento contrario.
[25] Cuando ya era la cuarta vela de la noche, vino Jesús hacia ellos caminado sobre el mar. •
[26] Y viéndole los discípulos caminar sobre el mar, se conturbaron y dijeron: Es un fantasma. Y llenos de miedo comenzaron a gritar.
[27] Al instante Jesús les habló diciendo: Soy yo, no tengáis miedo.
[28] Y Pedro respondió: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre las aguas. •
[29] Y él le dijo: Ven. Y Pedro bajando de la barca, iba caminando sobre el agua, para llegar a Jesús . •
[30] Pero viendo la fuerza del viento, se atemorizó; y empezando luego a hundirse, dio voces diciendo: Señor, sálvame. •
[31] Al punto Jesús , extendiendo la mano, le cogió del brazo, y le dijo: Hombre de poca fe, ¿por qué has titubeado? •
[32] Y luego que subieron a la barca, calmó el viento. •
[33] Mas los que dentro estaban, se acercaron a él y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres tú el Hijo de Dios. •
El título Hijo de Dios es una proclamación de fe en la mesianidad de Jesús y expresa la causa de la adhesión de los apóstoles a la revelación recibida en él.
[34] Atravesado luego el lago, arribaron a tierra de Genezaret. •
[35] Y habiéndole conocido los moradores de ella, luego enviaron aviso por todo aquel territorio, y le trajeron todos los enfermos.
[36] Y le pedían por gracia el tocar solamente la orla de su vestido. Y todos cuantos la tocaron, quedaron sanos. •