Miqueas, 5
[1] Tú ahora serás destruida, ¡oh ciudad de ladrones! Los enemigos nos sitiarán; herirán con vara la mejilla del juez o rey de Israel. •
Jerusalén, ciudad de injusticias, es condenada.
[2] Y tú ¡oh Betlehem llamada Efrata!, tú eres una ciudad pequeña respecto de las principales de Judá; pero de ti me vendrá el que ha de ser dominador de Israel, el cual fue engendrado desde el principio , desde los días de la eternidad. •
Betlehem o Belén, y Efrata es una misma ciudad con dos nombres, para distinguir esta Betlehem de Judá, de la otra de la tribu de Zabulón. Miqueas es el único profeta que predijo el lugar donde nacería el Mesías y por esta profecía lo sabían los escribas, a quienes preguntó Herodes. Gn. 35, 19; Js. 19, 15; 2Sm. 17, 12; Mt. 2, 6; Jn. 7, 42.
[3] Por esto el Señor los dejará hasta aquel tiempo en que parirá la que ha de parir al dominador; y entonces las reliquias de sus hermanos se reunirán con los hijos de Israel. •
[4] Y él permanecerá firme, y apacentará la grey con la fortaleza del Señor en el Nombre altísimo del Señor Dios suyo; y se convertirán a él; porque ahora será él glorificado hasta los últimos términos del mundo. •
[5] Y él será nuestra paz; y cuando viniere el asirio a nuestra tierra, y asolare nuestras casas, nosotros enviaremos contra él siete pastores y ocho príncipes. •
[6] Y gobernarán la tierra de Asur con la espada, y la tierra de Nemrod con sus lanzas; y él nos librará del asirio cuando éste haya venido a nuestra tierra y devastado nuestros términos. •
[7] Y los restos del pueblo de Jacob estarán entre las naciones como el rocío enviado del Señor, y como la lluvia sobre la hierba, la cual no aguarda que la cultiven los hombres, ni espera nada de los hijos de los hombres. •
[8] Y los residuos de Jacob serán entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de las selvas, y como el joven entre los hatos de las ovejas; el cual pasa por el hato, lo pisotea, y hace su presa, sin que haya quien se la quite. •
[9] La mano tuya, ¡oh dominador de Israel!, prevalecerá sobre tus contrarios, y perecerán todos tus enemigos.
[10] En aquel día yo quitaré, dice el Señor, de en medio de ti tus caballos, y destruiré tus carros de guerra. •
[11] Y arruinaré las ciudades de tu tierra, y destruiré todas tus fortalezas, •
[12] y quitaré de tus manos las hechicerías, y no tendrás más adivinos.
[13] Y haré perecer tus simulacros y tus ídolos de en medio de ti, y no adorarás más las obras de tus manos. •
[14] Y arrancaré de en medio de ti tus bosquetes profanos, y reduciré a polvo tus ciudades. •
[15] Y con furor e indignación ejerceré mi venganza en todas las gentes que no han escuchado mi voz.