Jonás, 2
[1] E hizo Jonás oración al Señor Dios suyo desde el vientre del pez; •
[2] y después dijo: He invocado al Señor en medio de mi tribulación, y me ha escuchado benigno: he clamado desde el seno del sepulcro, y tú, ¡oh Señor!, has atendido mi voz. •
[3] Y me arrojaste a lo más profundo del mar, y me rodearon las aguas, sobre mí han pasado todos tus remolinos y todas tus olas. •
[4] Y dije: He sido arrojado lejos de la misericordiosa vista de tus ojos. Pero no; aún veré nuevamente tu santo templo.
[5] Me cercaron las aguas hasta el punto de quitarme la vida; encerrado me he visto en el abismo, el inmenso piélago ha cubierto mi cabeza. •
[6] He descendido hasta las raíces de los montes; los cerrojos o barreras de la tierra me encerraron allí dentro para siempre, mas tú, ¡oh Señor Dios mío!, sacarás mi vida, o alma, del lugar de la corrupción. •
[7] En medio de las angustias que padecía mi alma, he recurrido a ti, ¡oh Señor!, dirigiéndote mi oración al templo santo de tu gloria. •
[8] Aquellos que tan inútilmente se entregan a la vanidad de los ídolos, abandonan tu misericordia. •
[9] Mas yo te ofreceré en sacrificio cánticos de alabanza; cumpliré al Señor todos los votos que le he hecho por mi salud. •
Abandonan a Dios que es por esencia la misma misericordia. Ps. 144, 21.
[10] El Señor, en fin, dio la orden al pez, y éste vomitó a Jonás en la ribera.