I Corintios, 5
[1] Es ya una voz pública de que entre vosotros se cometen deshonestidades, y tales, cuales no se oyen ni aun entre gentiles, hasta llegar alguno a abusar de la mujer de su propio padre. •
[2] Y con todo vosotros estáis hinchados de orgullo, y no os habéis al contrario entregado al llanto, para que fuese quitado de entre vosotros el que ha cometido tal maldad. •
[3] Por lo que a mí toca, aunque ausente de ahí con el cuerpo, mas presente en espíritu, ya he pronunciado, como presente, esta sentencia contra aquel que así pecó. •
[4] En nombre de nuestro Señor Jesucristo, uniéndose con vosotros mi espíritu, con el poder que he recibido de nuestro Señor Jesús ,
[5] sea ese que tal hizo entregado a Satanás, para castigo de su cuerpo, a cambio de que su alma sea salva en el día de nuestro Señor Jesucristo. •
[6] No tenéis, pues, motivo para gloriaros. ¿No sabéis acaso que un poco de levadura fermenta toda la masa? •
Un poco de levadura, a diferencia de los Evangelios donde la imagen indica el crecimiento del reino, Pablo la emplea para señalar el poder corruptor de la maldad. Mt. 13, 33; Lc. 13, 20-21; Gl. 5, 9.
[7] Echad fuera la levadura añeja, para que seáis una masa enteramente nueva, como que sois panes puros y sin levadura. Porque Jesucristo, que es nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado por nosotros. •
Libres de toda corrupción, por el bautismo.
[8] Por tanto, celebremos la fiesta, o el convite pascual, no con levadura añeja, ni con levadura de malicia y de corrupción, sino con los panes ázimos de la sinceridad y de la verdad. •
Con un corazón puro y libre de corrupción.
[9] Os tengo escrito en una carta: No tratéis con los deshonestos. •
[10] Claro está que no entiendo decir con los deshonestos de este mundo, o con los avarientos o con los que viven de rapiña, o con los idólatras; de otra suerte era necesario que os salieseis de este mundo.
[11] Cuando os escribí que no trataseis con tales sujetos, quise decir que si aquel que es del número de vuestros hermanos, es deshonesto o avariento, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o vive de rapiña, con este tal, ni tomar bocado.
[12] Pues ¿cómo podría yo meterme en juzgar a los que están fuera? ¿No son los que están dentro de ella a quienes tenéis derecho de juzgar? •
[13] A los de afuera Dios los juzgará. Vosotros, apartad a ese mal hombre de vuestra compañía. •